jueves, 31 de diciembre de 2009

Orden y concierto


Mi madre tiene una curiosa teoría. Dice que el año que empieza, comienza como el año que acaba.
Por eso, nos recomienda que paguemos deudas, aclaremos cuentas y asuntos, terminemos cosas a medias, porque si no empezaremos de igual manera: un poco manga por hombro. Como buen hijo, hago caso a mi madre e intento atar todos los cabos sueltos que puedo.
Miro atrás y veo un 2009 en el que cumplí muchos sueños (trabajé duro para ello) y miro adelante y veo otros que me esperan.
Creo que 2010 será aún mejor: no por nada es un año 10.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Desverguenza aprendida


En estos días de compras estoy solucionando los últimos regalos. Al ir a pagar me encuentro con una dependienta que tiene un botón de la camisa desabrochado a la altura del pecho.
Sin más interés que el de que no parezca desarreglada, le comento lo del botón. Ella me lo agradece pero quien me acompaña me mira como si hubiera dicho algo inapropiado
Es en esos momentos en los que me gustaría tener un libro de buenas maneras y normas sociales varias con el que poder validar mi conducta. También lo aplicaría, por ejemplo, para saber si le tengo que decir a alguien con quien hablo, que tiene un trocito de lechuga del bocata del desayuno entre los dientes. O que queda mejor elegir por la mañana los dos calcetines del mismo color (aunque menos moderno, claro).
Es difícil acertar en este asunto. Creo que en un mundo en el que todo fluyera sin dificultad, nadie se tomaría a mal si le dijeran algo así. Al contrario, supongo que lo agradecería.
No creo que exista un libro al que consultar estas cosas, sino que cada uno tiene que aplicar su propio criterio. Por si acaso, si me ves con la cremallera del pantalón bajada, no dudes ni un segundo en decírmelo. Bueno, a menos que te guste lo que ves.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Más es menos


Todos los pensadores que leo afirman que la felicidad se sustenta en la posibilidad de controlar la propia vida dentro de las alternativas que tengamos.
Coinciden con ellos los apostoles del libremercado que insisten en las ventajas de una oferta amplia de opciones de consumo que favorece el bienestar coletivo. No es mentira esto último, pero es una verdad a medias.
Lo que pasa es que el bienestar colectivo no es igual a la felicidad individual. Así lo afirma B. Schwartz en un libro que llevo a medias. Cree el autor que la sobreabundancia de opciones de todo tipo entre las que elegir no sólo no nos dan más utilidad sino que nos generan más insatisfacción. Debemos dedicar más tiempo a analizar todas las opciones, el riesgo de equivocarse es mayor y las consecuencias psicológicas de los errores son mayores.
Parece que lo mejor sería tener menos oferta y renunciar a encontrar lo mejor conformándonos a alcanzar lo bueno. Seguramente en este mundo en constante evolución de la oferta, lo mejor es inalcanzable y su búsqueda el camino a la frustación.
Por eso, cuando voy con el carrito por el super, ni me molesto en encontrar el yogurt más rico, cremoso, sano, barato, etc. Me conformo con elegir el que me gusta de siempre y punto. El tiempo que me sobra, lo dedico a pasear.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Bufón


En todo desierto siempre hay un oasis. Seguramente dentro del desierto de ideas en que se ha convertido el mundo del espectáculo, podríamos considerar a Leo Bassi como un afluente de agua fresca.
Lejos de anteriores presentaciones provocadoras hasta el esperpento, Utopía, sorprende. El bufón (se pone el mismo este apelativo) italiano renuncia a hacernos reír (aunque reímos como locos) y se enfrasca en una crítica mordaz a nuestra vida de brazos (y cerebros) caídos.
Nos quiere ver cabreados con lo que pasa en el mundo de las finanzas, de la política, de la cultura, de los curas. No queda títere con cabeza. Al tiempo, emociona rememorando su infancia, un mundo lleno de esperanza.
De ahí el nombre de su espectáculo, Utopía. Utopía como proyecto optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación pero que nos permite avanzar como sociedad y como seres humanos individuales.
Soñar es gratis, intentar alcanzar los sueños no tiene precio. Para todo lo demás, MasterCard.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Cornudo y apaleado


El estupor me nubla la mente cuando leo que en Estados Unidos han quebrado más de 500 bancos en los últimos tiempos. Pero el estupor no es por eso claro, sino porque el gobierno americano ha invertido una cantidad enorme de dinero (tan grande que, traducido a pesetas, ocuparía la mitad de esta entrada) en intentar salvar a estas empresas privadas.
Así de pronto no me parece ni bien ni mal: es su dinero, bueno, el de los contribuyentes de aquel país. Lo que me calienta es que ese salvamento se realiza sólo para aquellas empresas privadas que han contribuido a la crisis con sus productos financieros basura, sus riesgos incontrolados y sus sobresueldos en forma de stock options. Las empresas y autónomos que se han dedicado estos últimos años a hacer cosas reales y a crear puestos de trabajo y que, ahora, tienen problemas y quiebran, no reciben ni un dolar.
Hace 20 años, cuando cayó el muro de Berlín, los banqueros americanos proclamaron el fin del Estado y la hegemonía del mercado. Pasó el tiempo y resulta que los Gobiernos y no la mano invisible del mercado han tenido que intentar salvar los muebles. ¡Qué bien! ¡Viva el Estado!
Sin embargo, sigo sin entender nada de todo esto. Buscando una metáfora, sería como si un matón te diera una patada en los cataplines y tuvieras que pagarle el traumatólogo porque se hizo daño en el pie.

viernes, 27 de noviembre de 2009

A sus órdenes


Leo sin ninguna sorpresa que el enfado es la emoción que predomina entre los empleados de empresas de todo el mundo (seguramente en España el resultado es similar).
No me parece raro porque lo que se busca en la organización es fomentar el interés y el compromiso y no la satisfacción con el trabajo o la felicidad según David R. Caruso, psicólogo de directivos. Y claro, los jefes son la correa de transmisión de toda esta manera de funcionar.
No es que lo hagan a propósito (la mayoría no) pero en este corre-corre en el que se ha convertido la vida en la empresa siempre con el objetivo último de que el que está arriba no termine mordiéndote la cabeza, se confunde la acción con el resultado. El fin último, el cliente, no importa tanto como los procedimientos, procesos, burocracia, ahorro de costes, eficiencias, etc, como si al comprador final le fuera a importar algo todo eso.
Debería ser obligatoria la formación en sentido común y en inteligencia emocional para directivos, al menos para intentar forrar el látigo con algo de goma-espuma.

martes, 10 de noviembre de 2009

Corrupción social


Hace algún tiempo que me resisto a leer los periódicos, ver los telediarios o escuchar las noticias en la radio. Por doquier salen trapiches, corrupciones, pelotazos y basuras varias que me repelen.
Parece que la mamanza (término popular aún no recogido en el diccionario de la RAE, que hace referencia al robo a gran escala con descaro absoluto) es generalizada y no escapa ninguna tendencia política ni grupo social.
Esto, lejos de consolarme, me deja apesadumbrado puesto que, aunque yo pensaba que éramos un país moderno al nivel de Francia o Alemania, me encuentro con que estamos al nivel de choriceo de Tailandia o Mozambique. Por lo que se ve, la modernidad no tiene que ver con el número de móviles 3G o de conexiones wifi por habitante sino con las actitudes de los miembros de la sociedad.
Antes el que trapicheaba era el rey del barrio y ahora el que roba sale por la tele en prime time. Pues yo creo que a esos, en vez de reírles las gracias y asombrarnos por su desfachatez, deberíamos señalarlos por la calle, expulsarlos de nuestros clubes sociales y no darles ni los buenos días. Es lo que yo haría con alguien que me roba la cartera y encima se ríe en mi cara.

viernes, 6 de noviembre de 2009

No puedes perder tu curiosidad


Eso fue la dedicatoria que escribió Eduardo Punset en mi libro El viaje al amor (dos de las actividades que más me gustan, y si las hago al tiempo, mejor) tras la conferencia que dio en CajaCanarias. No sé como hay quien dice que hacer cola para que tu autor preferido te firme un libro ya no se lleva. A mi me dio un subidón equivalente a beberme un litro de jalea real con propóleo.
Punset, como divulgador científico impresiona y después del ratito que estuvo allí salí más convencido que nunca que somos lo que queremos ser. Nos aclaró que, antes que nada, somos el resultado de un conjunto de interacciones biológicas, neurológicas y psicológicas que condicionan pero no determinan nuestra existencia. Pero eso no es inamovible, porque, aunque la brújula señale siempre al norte, nosotros tenemos la posibilidad de dirigirnos hacia donde deseemos si contamos con la voluntad necesaria.
Lo que nos sucede no es el resultado de la suerte o del destino (se acabaron las excusas) sino el efecto de nuestras decisiones conscientes e inconscientes, maceradas en lo que nos define como seres humanos maravillosamente únicos e irrepetibles (afortunadamente en algunos casos): nuestro cerebro.
Así que si tu vida no es como quisieras, no lo achaques a los hados o a la fatalidad, ni busques respuesta en el horóscopo o en el tarot, ni tampoco descargues contra algún chivo expiatorio que se deje. Si quieres encontrar (si te atreves, más bien) un responsable de lo que te sucede, simplemente ponte delante del espejo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

1+1, infinito


Lo de las parejas es un filón para uno que le da por escribir un blog. Uno de mis lectores me comenta que, quizás, por 30.000 monedas uno podría construir una relación "como Dios manda" si supiera que es para siempre.
Sobre esto último, me entra la duda de qué pasa si uno no cree en Dios. Claro, evidentemente no puedes construir una relación "como Dios manda".
Sin embargo, seguramente, aún teniendo la certeza de poder construir una relación para siempre por 30.000 monedas, tampoco le aconsejaba que las pagara.
Y es que lo interesante de la vida es levantarse cada mañana sin saber, a ciencia cierta, lo que ocurrirá hasta el momento de acostarte por la noche. Si uno sabe que, haga lo que haga, el asunto terminará de una determinada manera, pierde la magia.
También lo de "para siempre" me deja pensando. Me recuerda a las películas de juicios en que condenan a un inocente a cadena perpetua sin posibilidad de reducción y en la última imagen de la peli se ve al protagonista picando piedras en el penal. Escalofriante.
Yo sigo mi propia teoria: vive cada día como si fuera el último. El resto, vívelo como si tuvieras toda la vida por delante.

sábado, 17 de octubre de 2009

Juntos separados


Caen en mis manos, casi simultáneamente, dos artículos, uno de Lucía Etxebarria y otro de EPS hablando de nuestra fobia a los compromisos.
Este es un asunto de mucha actualidad en mi vida porque en todas las esquinas encuentro gente, ellos y ellas, quejándose de lo mal que están las relaciones de pareja y de lo mucho que querrían encontrar a alguien con quien comprometerse.

Del dicho al hecho hay un trecho. Y es que a muchas criaturas les da un tembleque tremendo eso de comprometerse para siempre o por un rato porque parecen que pierden libertad, quedan subyugados por alguna férrea bota o piensan que con lo fácil que es cambiar, para qué molestarse en conservar.

Claro. Unos ven el compromiso como una cadena perpetua y otros como una chorrada de tiempos pretéritos. Ni calvo ni tres pelucas, pienso. Creo que el compromiso empieza por uno mismo y por los valores propios y sigue hacia quien tiene uno al lado, renovándose día a día.

Creo que si pensamos que algo dura para siempre, lo cuidaremos menos que si pensamos que en cualquier momento puede terminar si no lo atendemos convenientemente. Dicho así, el compromiso parece una metáfora de la propia vida.

jueves, 15 de octubre de 2009

Desfogados


Tengo una compañera que me dice que parezco un libro de autoayuda. Mi carcajada al oír semejante halago (o eso creía yo) fue estruendosa.
Curiosillo como soy, le pregunto y me cuenta que lo dice porque siempre veo el lado positivo (o práctico) de las cosas, intento ayudar a quien me cuenta un problema y además creo que todo es más sencillo de lo que pensamos.
Otra compañera, intentando rematar la faena, saca el cuchillo de despellejar y me dice que está cansada de que, cuando me cuenta un hecatombe (para ella todo son hecatombes, el fin del mundo, la muerte, un rollo, un problema, un horror, Dios Mío, no puedo más, me quiero morir y cosas similares) yo intento calmarla, le transmito mi opinión al respecto y le ofrezco una posible solución al asunto. Lo único malo de la cuestión es que no quiere ninguna de estas cosas, sino alguien que le aguante, cada par de días, la descarga de mal rollo (como si fuera un saco de boxeo al que atiza uno para desfogarse).
Yo no tengo complejo de saco al que desfondar a piñazos y aunque, mi opinión, mi ayuda y mi tiempo no sean muy valiosos, son escasos y prefiero usarlos con quien las aprecie.
Una vez que he visto la luz (aleluya hermano, alabados sean los que reconocen sus errores y los enmiendan), si alguien me cuenta un problema le prestaré mi oreja (sólo las tres primeras veces) y le diré mi parecer sólo si me pregunta por él. Sé que las margaritas no son flores muy valiosas, pero a pesar de ello, me da pena tirarlas a los cerdos.

domingo, 9 de agosto de 2009

Viaje con nosotros: Oceania y Asia (20)


Tras pasar por Kanazawa, Takayama y otros pequenos pueblos con su pequenas dosis de belleza, llegamos a Tokio.
Tokio nos deja con la boca abierta por su modernidad. Por todos lados hay gente con sus moviles, PDA, ordenadores, etc conectados con otras gentes con moviles, PDA, ordenadores, etc. Y me pregunto que se estaran diciendo en esta sociEDAD (como la nuestra) tan hiperconectada y tan poco comunicativa.
Esto me recuerda a una pelicula Lost in traslation sobre la incomunicacion humana y dos personajes que se encuentran en esa tesitura y por ello concectan casi sin palabras. Tambien me hace pensar en todas las escusas (siempre es culpa de otro, de algo, de alguien) que utilizamos para justificar que no digamos lo que pensamos nos impide expresar lo que queremos o sentimos, y claro, asi es dificil comunicarse.
Yo siempre parto de la idea de que la telepatia es un don escasamente repartido que ademas, no posee ninguna de las personas que conozco (hay tantas pruebas de ello). Por eso, si quiero expresarles una idea o un sentimiento lo hago (casi siempre mas de una vez por si acaso), si no seguro que nunca se enteraran.

jueves, 6 de agosto de 2009

Viaje con nosotros: Oceania y Asia (19)

Si tienes que hacer una reverencia, que sea suficientemente pronunciada. Asi reza un proverbio que leo en estos dias.
Supongo que los japoneses se lo toman en serio y si tienen que agradecerte algo, lo hacen con una o varias reverencias que a veces temo que se les vaya a caer la cabeza del gesto. Pero no les veo con esta pose ningun viso de humilacion sino de agradecimiento y felicidad.
Felicidad la mia visitando Kioto y Nara, ciudades donde la modernidad y la tradicion se aunan de una manera que impresiona. En Kioto vemos el templo de Kiyomizu, otra maravilla de la Humanidad.
Lo que llama la atencion es la alegria de esta gente al verte entrar en su tienda o restaurante o lo que sea. Te pegan un saludo en japones con reverencia y sonrisa incluida que parece que te vas a gastar la paga doble en el lugar.
Me encanta. Y como se me ha pegado algo, es une placer que estes leyendo mi blog y espero que lo disfrutes. Te lo agradezco reverencialmente.

domingo, 2 de agosto de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (18)


Me contaba un profesor, la historia de una empresa española que hizo un pedido de componentes electronicos a una japonesa. En la orden de pedido se establecia el dia de entrega y que solo se admitiria la mercancia con un maximo del 1% de piezas con algun fallo. La empresa japonesa cumplio la entrega en la fecha prevista y con el 100% de productos en perfecto estado. Igualmente enviaron un 1% mas de componentes con algun error por si la empresa española los necesitaba para algo. Y es que Japon, donde ahora estoy, es asi, de una perfeccion tremenda pero no se les ve a los japonenes muy vanidosos por ello.
Tengo una amiga que diria que yo no podria ser japones, porque me dice (con cariño) que cada vez que hago algo destacable lo voy contando tan contento.
Reflexiono sobre si esto es normal o me paso tres pueblos. Claro, es que nos han enseñado que hay que ir por la vida de puntillas, sin llamar la atencion y todo eso. Pero luego veo en la tele y hasta en el Hola que cualquier canalla tiene protagonismo diciendo todo lo que ha robado, ha engañado o ha fornicado y todos ha hacerle la ola.
Yo me pregunto si solo los tipejos puedes ir muy ufanos de sus canalladas o si la gente normal puede alegrarse la vida hablando de lo que sabe hacer bien e incluso beneficia a su projimo. Bueno no se, yo prefiero hacer ruido hablando de las cosas que hago para quitar espacio a todos los caraduras que se rien de nosotros con nuestro aplauso. Ya ven, soy un vanidoso bienintencionado.

sábado, 1 de agosto de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (17)

Si las ciguenas vienen de Paris, el pato viene de Pekin . Y la verdad es que esta muy rico, pienso mientras engullo uno.
Sobrepuesto de tanto trasiego de viaje, disfruto de algunas de las maravillas que nos regala esta ciudad (no solo del pato). Primero la ciudad Prohibida y luego la Gran Muralla. Por aqui leo otro refran chino que dice que ni la mas fuerte de las murallas resiste sin tener en cuenta el valor de sus defensores.
No esta mal la metafora, aplicable a cualquiera de nosotros que intentamos ponernos una coraza para cualquier posible ataque externo sin tener en cuenta que si nuestras bases no son solidas, hasta la mas fuerte de las defensas caera como un castillo de arena con el embate de una ola.
Son curiosos estos chinos, tienen un refran para cada cosa, lo unico es que como me lo dicen en chino, no les entiendo. Pero debe ser mala suerte, porque dicen las estadisticas que unos 50 millones de personas hablan ingles en este pais. Lo que pasa es que siempre le pregunto a uno de los 1300 millones que no dice ni hello. Eso si, el pato, de rechupete.

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (16)


Para que aparezca lo nuevo tiene que desaparecer lo viejo, dice un proverbio chino. Seguramente en este servidor no encontraran un luchador mas enconado contra los convencionalismos y los
pensamientos casposos.
Sin embargo, no creo que debamos arrasar con todo lo antiguo, porque innovar es mejorar lo que hay y no cambiarlo por algo mas nuevo pero peor. Asi lo veo cada dia en que las buenas costumbres, ideas, maneras de hacer las cosas, palabras, etc. desaparecen por otras que dejan que desear.
Asi lo veo en Shangai donde las excabadoras eliminan las pequenas, hermosas y antiguas casas de ladrillo de principioa de los 30 y 40 por modernos centros comerciales y hoteles. A peor va la mejoria. De Shangai seguimos nuestro viaje sin prisa pero sin pausa hacia Xian.
Alli uno de los emperadores chinos se hizo construir un ejercito de soldados de barro que defendiera su mundo de noseque atantantes reales o ficticios.
El espectaculo es impresionante de lejos y mas aun de cerca por el realismo de este ejercito innovil desde hace miles de anos. No es lo unico que tiene esta ciudad que nos muestra la mezquita mas grande de China construida en estilo chino.
Sin tiempo que perder seguimos en unos trenes excelentes hacia Pekin. La ciudad nos saluda con 30 minutos de antelacion y yo durmiendo en el tren, asi que sin quitarme las leganas cogemos un taxi que se pierde en esta inmensa ciudad.

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (15)


Veo a tanta gente por todos lados que me viene a la mente una cosa que lei escrita por Umberto Eco. Todo surgio porque se calculo que si todos los habitantes de la tierra gastaran los mismos recursos que usa un tipo de California para vivir, necesitariamos 8 mundos como el nuestro para abastecer esta demanda.
Por eso, el autor italiano se preguntaba si era etico limitar el binestar de los paises en desarrollo para poder seguir nosotros disfrutando de nuestras comodidades sin causar una caos ecologico.
Lo planteaba diciendo que el dia que todos los chinos descubrieran las ventajas de usar el papel higienico, que ahora solo conocian las elites del pais, no habria bosques en el mundo que cubieran dicha demanda.
En su tiempo, esta afirmacion me planteo dos cuestiones, una de orden logistico (que usaban estas criaturas para limpiarse el culo?) y otra etica (si era moral restringir el bienestar de los que menos tienen y no seria mejor limitar el derroche propio)
Por el ritmo de vida que veo en Shanghai, creo que esta gente no se limita en nada y pretende consumir tanto o mas que lo hacemos nosotros y extender nuestra forma de vida a su entorno. Tanto es asi que he visto anuncios de dieta milagrosas apenas un suspiro despues de
que consiguieran dejar de pasar hambre.
Ante esto me pregunto por que la globalizacion va siempre de un lado al otro y no viceversa porque si otros hacen las cosas mejor que uno, lo logico seria copiarle y no dejar que imitirara nuestras estupideces. Se ve que esta reflexion tiene el mismo valor que un rollo de papel higienico.

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (14)


Llegamos a la autentica China y Shanghai nos saluda amablemente (despues de la correspondiente revision de la gripe). Y uno llega con sus ideas preconcebidas: o sea que esto es una mezcla de tienda de todo a 150 y restaurante chino.
Pues si, acertante Flanagan. Lo primero es absolutamente cierto (lo del precio no) y especialmente desde que los lideres dijeron que ser rico era glorioso, esta buena gente se lo ha tomado en serio y ha convertido este pais comunista en un pais consumista.
Lo del restaurante tambien es cierto. En todas las calles no falta uno, dos, tres o cincuenta y la gente come dentro o fuera, de pie, sentado, de cuquillas, haciendo el pino puete o como sea, pero tragar, trangan.
Por ahora lo de la comida lo llevo bien, aunque nunca se lo que pido, como esta en chino. Hasta hoy no habia tenido ningun problema porque en el error de pedir una cosa y que traigan otra siempre me llegaba algo que me gustaba (que tampoco conseguia adivinar lo que era).
Digo hasta ahora, porque he podido comprobar que las cosas no son lo que parecen. Resulta que queria comer unos calamares fritos (o eso pensaba yo). Con la bandejita en la mano agarro uno por la piernita (primera pista de que aquello no era calamar) y le mando un mordisco en el cuerpito (segunda pista de que aquello, con dos patitas, dos alitas, cabezita y cuerpito, no era calamar, ni pulpo, ni siguiera una sardina chunga). Pues si, estaba mascando un pajarito frito.
No me ha quedado casi ninguna secuela por la confusion, apenas unas plumas que me van saliendo en el lomo y nada mas. Pio pio.

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (13)


Nota de Magister:  Las entradas que aparecen hoy debieron ser publicadas durante los dias que estuve en China. Lamentablemente en ese pais Blogger esta censurado. Ellos sabran por que. Y ustedes tambien

Curioso pueblo el portugues. Lo digo porque resulta que el siglo
XV se fueron por el mundo hacia el oriente y fueron fundando ciudades por ahi. Despues de visitar Malacca y Goa (que bella) estoy en Macao.
Esta ciudad, antigua colonia y hoy parte de China, me ha dejado fascinado por su arquitectura y me transporta a un pasado de gran esplendor. Hoy aun conserva los nombres en portugues (que raro suena verlo a este lado del mundo) y el recuerdo de un pasado colonial en forma de arquitectura ha hace recordar a Lisboa. Sin embargo, aunque he preguntado, aqui ya nadie 'fala portugues'.
Cogemos el barco de regreso a Hong Kong y pasamos el enesimo control de la gripe rara esa (en cada puerto, aeropuerto, atraque de gondola venecia o lo que sea, te miden la temperatura y te hacen jurar que no estas malito). Estoy un poco harto del asunto y eso que se me ha pasado el miedo de ver a tanta gente con la mascarilla por ahi. Porque aqui lo que no falta es gente. A veces es como si te subieras con 25 tios en un ascensor para 8 personas, 10 hablando por el movil, 6 comiendo y el resto intentando venderte alguna cosa a buen precio, todo ello a 30 grados y con el 90% de humedad. Yo por si acaso voy con la espalda pegada a la pared, no sea que alguno me vaya a clavar la antena del movil.

martes, 21 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (12)


Antes de irme de viaje, una amiga me dice que no podria viajar conmigo. Es mas me dice que no podria vivir conmigo (pues ella se lo pierde, con lo que me gustan a mi los trios).
Dice que soy demasiado organizado y que el viaje esta muy estructurado, sin espacio a la improvisacion. Yo le digo que no lo esta ni mucho ni poco estructurado, sino que es lo que hacen las agencias de viaje (aprovecho para agradeder a Viajes Pulmantur y Viajes Iberia las ideas de sus catalogos).
Esto me trae a la cabeza una frase leida hace poco: 'si no sabes a donde vas, puedes acabar en cualquier parte'.
Tratandose de un viaje, acabar en cualquier parte de tu barrio no es lo mismo que acabar en cuarquier parte del quinto pino del sudeste asiatico. Por eso, yo prefiero preparar bien las cositas. Y por eso, si hoy es martes, esto es Hong Kong. Por ser martes y porque estamos rodeados de 7 millones de criaturas en un fisco de tierra a 32 grados y con el 80% de humedad. Y es que se nota que ya estamos en el hemisferio norte y ya es verano (esta manana atravesamos la linea del ecuador geografico y de nuestro viaje).
Tratandose de la vida, yo prefiero tener una cierta hoja de ruta personal porque no querria acabar en cualquier parte y menos acompanado por cualquiera haciendo lo que no me hace feliz. Ya ves, si se trata de improvisar, yo prefiero estar bien preparado.

sábado, 18 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (11)


Me encanta que me toqueteen. Que me den masajes, aclaro (bueno lo otro tambien pero no es objeto de esta entrada).
Por eso igual que lo hice con el masaje tai o el ayurvedico en otros lugares he decidido probar las bonanzas del masaje indonesio. He de decir que he quedado contento y relajado del toqueteo.
Es lo mejor que hice despues de una jornada ajetreada visitando Pranbanan y antes de dirigirnos hacia Borobudur. Son lugares impresionantes porque te mezclas con la arquitectura indonesia de siglos pasados y de fondo ves un volcan gigantesco echando humo que da miedo. Al dia siguiente , en Borobudur el espectaculo fue igualmente fantastico frente al mayor templo budista del pais.
No se si era fantastico o yo lo veia asi tras el masajito.

viernes, 17 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (10)


La felicidad es la ausencia de miedo. Los valientes lo tienen facil pero, y los cobardes que hacemos para llegar a ese punto glorioso?
Esta frase de Punset me viene a la cabeza a 10.000 metros del suelo en una lata de sardinas que se mueve como una barca en medio de unas turbulencias justo en el pais (Indonesia) con mayor grado de accidentes aereos del mundo. No se como me viene esa idea, con los ojos cerrados, los dientes apretados y las manos sudando de los nervios.
Claro, que si quiero viajar o me monto en burro, en triciclo o en gondola y aunque el gondolero cante O mio caro bambino como Pavarotti seguro que tardaba una eternidad en llegar. O sea que tengo que coger el avion (y van diez ya y faltan ocho aun) para llegar a Yogyakarta, siguiente etapa del viaje.
Como la suerte es de los valientes, nosotros, que llegamos sin hotel, encontramos uno genial (Tegalpanggung) y nos lanzamos a la calle a descubrir el lugar. Y en eso estamos justo cuando nos enteramos de un atentado en la vecina ciudad de Yakarta. Y nosotros aqui, sin arrugarnos.
Por eso, siguo en consejo de Punset y cada vez que me bajo de un avion, le hago un corte de manga mental a mi miedo. Y asi soy mas feliz.

jueves, 16 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (8)


Despues de pasar por Cape Tribulation y ver todo tipo de animales salvajes
(cocodrilos, canguros, serpeintes, etc) y darnos una vuelta por la selva tropical agarramos un avion hacia Darwin y mira por donde tropezamos con unos españoles que se han quedado sorprendidos con esto de las barbacoas australianas y lo limpios que estan los baños publicos.
Como en Darwin tenemos unas horas hasta el siguiente vuelo, hacemos una visita a la ciudad que no nos dice mucho (dicho asi parece que la ciudad habla, y no).
Sin mucho mas tiempo, volamos hacia Bali y nada mas llegar noto las difererencias al pasar de un pais de la primera division del primer mundo a uno del tercer mundo. Lo primero que veo al usar el baño del aeropuerto es que los indonesios son mas bajitos, viendo la altura al que tienen colocado el urinal en la pared (tampoco es que en Australia me tuviera que poner de puntillas ni aqui de rodillas, pero se nota la diferencia)
La verdad es que Bali es impresionante y nos dedicamos a caminar por la playa, mirar tiendas y hacer en ganso. Para el dia siguiente nos ponemos a montar una excursion para seguir con buen ritmo.
Esto me recuerda a uno que me encontre antes de irme de viaje que me dijo que estaba muy preocupado por mi porque hacia muchas cosas y eso le estresaba a el. Extrañado le pregunte si cuando hacia todas esas cosas que me gusta hacer me veia acelerado, agobiado, triste, estresado o infeliz, a lo que me contesto que no y que en realidad parecia contento con lo que hacia e incluso algo mas feliz que la media.
Agradecido como soy, le pedi encarecidamente que me avisara sin dudar si alguna vez me veia triste, agobiado o desgraciado con las cosas que habitualmente hago y yo le avisaria si le veia feliz haciendo las cosas que habitualmente hace el. Asi estamos en paz.

lunes, 13 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (7)


Adios al frio, hola al tropico. Llegamos a Cairns, lugar desde donde vamos a realizar la visita a la unica estructura viva que puede verse desde el espacio: la gran barrera de coral. La experiencia no defrauda y, aunque el agua esta fresquita, nos tiramos a ver el fondo marino.

Tambien hacemos un recorrido en uno de los barcos con fondo de plastico y nos quedamos estupefactos por la maravillosa diversidad de peces y corales del fondo. Manana seguimos a mas porque nos dirigimos hacia Cape Tribulation donde nos prometen que veremos lo mejor de esta selva tropical.

Paseando por Cairns vemos a los lugareños haciendo barbacoas como celebracion de cumpleaños y eventos varios. Me recuerda a los que se preparaban antes en cuanquiera de nuestras casa en la que he hinchabas a sandwiches de nocilla y foigras con mirinda.

Contrasta, segun parece, con las celebraciones de ahora en mi tierra, tan sofisticadas, en lugares de tanto renombre, pompa y fuste. No me imagino a mi mismo en un lugar de estos, porque seguro que no tienen ni nocilla, ni mirinda y me mirarian mal si se me ocurre pedirlas.

Bumbury cantaba eso de que 'la apariencia es embustera y te estruja fuerte del cuello'. Alguno que conozco ha perdido el cogote, aunque, por su sonrisa de Monalisa, nadie lo diria. Apariencia, claro.

domingo, 12 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (6)



Madrugar siempre me ha dolido. Leantarse temprano nunca ha sido uno de mis deportes favoritos. De hecho, el despertador es la unica maquina electronica a la que odio.
En ese momento mi cabeza casi ni funciona y sera por eso que en este amanecer recuerdo una entrevista a un pensador frances que a pesar de su ateismo considera que la espiritualidad no es exclusiva de los creyentes ni tiene porque llegar al final de la vida.
Sera por eso o sera porque en este amanecer me encuentro frente a Uluru la montaña sagrada para los aborigenes australianos. Se nota que es un lugar magico en el centro de este desierto rojo. Se nota al ver su reflejo al salir el sol, el ruido del viento que la erosiona, el tacto de la piedra y el olor de esa mole colorada.
Recorrerla alrededor explica porque los primitivos pobladores del lugar consideraron que aqui comenzo todo el universo y veneran a este lugar como nosotros (yo no, pero bueno) veneramos a nuestros iconos.

sábado, 11 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (5)



Quien la sigue la consigue. Ya me conocen, si se trata de comer o de lo otro, si se me mete una idea en la cabeza, no paro hasta que se haga realidad.
Andaba ya con poca esperanza de comer canguro cuando encuentro una barbacoa donde lo sirve. No estaba nada mal, asado o ahumado.
El caso es que despues del atracon, sali del restaurante dando saltitos, no se si porque 'de lo que se come se cria' o por la indigestion. Que relindo.

viernes, 10 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (4)


El hambre es fea pero mas feos son los Mac Donalds. Supongo que lo mismo piensan los austrialianos porque se han montado una cadena de comida rapida llamada Hungry Jacks donde `las hamburguesas son mejores`.
Alli me dirijo con mi hambre de turno en busca de algo de comida caliente tras mi jornada extenuante en la Great Ocean Road. Esta ruta recorre los parajes mas bellos del sur de Australia con acantilados sorprendentes, playas de ensueño, pueblitos encantadores y vistas ideales para las fotos de recuerdo. Han valido la pena los dolares invertidos.
Como decia, con hambre de algo de comida del lugar entro en este sagrado lugar de grasas monoinsaturadas con la esperanza de morder mi primera hamburguesa de kanguro o de koala (que por cierto ya vi uno, bueno medio porque la guagua iba tan rapido que solo le vi un cacho).
Nada mas hacer el pedido, la señorita que me atiende llama a la protectora de animales, no por el kanguro, sino por mi, para defender a este animal que les escribe de una turba de vegetarianos defensores del bicho saltarin.
Muy guasones pero no aguantan un chiste hispano. Estan locos estos australianos.

jueves, 9 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (3)


Si Sidney es una ciudad bien hecha, Melbourne no se queda atrás. Y eso que nos recibió a 5 grados y después de una noche de viaje que nos dejo molidos (sera el jet lag o sera que me estoy haciendo viejo para estas cosas.... es el jet lag seguro).
No hay esquina que no tenga algún edificio del siglo pasado o del anterior que no te llame la atención por su buena conservación o por como se integra con el paisaje moderno actual.
Hablando de interacción, parece que aquí todo el mundo se integra bien y eso se nota en los restaurantes de comida que los hay de todos lados menos australianos. Me dicen que no hay una cocina típica de Australia (y yo que quería mandarme un estofado de canguro), sino que es mas bien una herencia de la cocina típica inglesa (ignoraba que había una cocina típica inglesa, es mas, ignoraba que los ingleses cocinaban mas allá del fish and chips). No me rindo y sigo en busca de hincarle el diente a un canguro.

miércoles, 8 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (2)


Sidney es una ciudad bien hecha: un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio. El mar donde tiene que estar, el monte alli arriba, los paques por doquier y los edificios en una mezcla inaudita de estilos armoniosamente colocados. Da gusto.
Para gusto el que me dio al ver el famoso edificio de la Opera de Sidney, una de las nominadas a nueva maravilla de la Humanidad. Me recuerda a bastante gente que conozco, porque en la distancia parece un edificio soberbio, de cerca pierde un poco y por dentro deja que desear. Pero bueno, no me quejo.
Algo que me sorprende es el buen humor y salero que tienen los austalianos. Te ayudan amablemente en todo y si pueden te hacen un chiste. Sera que como viven tan alejados del resto del mundo aun no se les ha pegado nuestra mala leche. Por mi que sigan asi otros 10.000 años.
El tiempo, aun frio por ser invierno, es llevadero y todos los dias nos regala unos buenos rayos de sol. Lo que no es llevadero es el jet lag: nueve horas de diferencia no se las salta uno rapido. Por eso me da por despertarme de madrugada y por dormirme sentado en cualquier escalon a medio dia. Menos mal que siempre hay un austaliano que pasa cerca y que me despierta a base de carcajadas.

martes, 7 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (1)


De pequeno siempre me intereso saber que fuerza oculta movia las agujas del reloj de la cocina. Tambien me fascinaba eso de que los coches se movieran sin que nadie los empujara. Con el tiempo supe que a unos les impulsaba la energia de una pila y a los otros un liquido llamado gasolina.
De mayor me ha interesado saber que energia mueve a las personas. Investigando me di cuenta que no tenia que ver con la fortaleza fisica, ni con la inteligencia, ni con el dinero. Lo que mueve a las personas son sus sueños.
Pensando en eso estaba paseando por Sidney, viendo la belleza de este lugar, la alegria de sus gentes, su multiculturalismo y su naturaleza integrada en una arquitectura espectacular. Ayer segui fascinado el devenir de unos delfines que nadaban junto a los surfistas en la playa de Manly y hoy he caminado por las Blue Montains.
Asi que si alguien se atreve a preguntarme que me ha hecho viajar 20.000 km, durante 30 horas, le responderia rapido como el rayo. Un sueño, amigo, un sueño

sábado, 23 de mayo de 2009

O


Libera del estrés y de la ansiedad. Produce un pequeño trance, una especie de apagón momentáneo del cerebro y dura unos segundos. Dicho así parece que estuviéramos hablando de un ligero vahído, pero no señora no.
Si a todo lo anterior le unimos el placer que produce y que se obtiene mediante algún tipo de actividad sexual, seguramente habrán caído (o eso espero) en que se trata del orgasmo.
Y es que de eso se escribe en un artículo que leo con el mayor interés porque siempre me he considerado una persona abierta a nuevos conocimientos que mejoren mi vida (y mis orgasmos, claro). Parece que dicha actividad tiene unos efectos beneficiosos puesto que nos aleja del miedo y de la ansiedad, disminuye la tensión, etc.
Sin embargo, la lectura del artículo me produce un profundo desasosiego puesto que, según los estudios realizados, sólo el 25% de las mujeres alcanza el orgasmo durante el acto sexual (no aclara si el 75% restante lo alcanza antes, después o nunca). Vaya para éstas últimas mi más sincero abrazo de cariño.
Supongo que los hombres tenemos una gran responsabilidad en este desastre y es que, según creo, la mayoría sigue pensando que eso del sexo se basa en provocar un calentón de cintura para abajo, cuando, en realidad, lo que se debe estimular está de cuello para arriba.

viernes, 22 de mayo de 2009

Rumbo


No hay día que no encuentre a alguien diciendo que no sabe lo que quiere aunque sí lo que no quiere en la vida.
Me hace pensar en que lo primero que hay que hacer para saber lo que se quiere en la vida es querer saberlo.
Si esta cuestión previa es afirmativa y uno aún no sabe lo que quiere, es que mintió en la cuestión previa. Seguramente lo que quiere entra en contradicción con lo que tiene o es.
Por cierto, saber lo que no se quiere no nos hace más felices, sino menos desgraciados.
A mi no me gustaban las tartas de chocolate y hasta que descubrí el San Marcos no hallé la felicicidad.

lunes, 18 de mayo de 2009

Cuanto mejor, peor



Lo de ir por la calle tiene que te vas encontrando todo tipo de criaturas, algunas conocidas y otras no. Mirándoles a la cara, intento imaginarme sus historias, sus vidas y si son felices.
En esto iba cuando encuentro a un conocido cuyo rostro siempre reconocí como el de una persona con una vida feliz (además de su cara, conocía el resto desde hace muchos años, ya que éramos amigos).
Su cara ya no era la de siempre y, ante mi insistencia, me cuenta el por qué. Resulta que a él que siempre fue un empleado modelo, un ejemplo de colaboración y un referente en excelencia y eficacia, le habían quitado de su puesto y lo habían ascendido. Ante tal noticia me tiro a darle un abrazo, cuya fría recepción me lleva a indagar más.
La tristeza le embargaba ya que "estaba obligado a dejar su anterior cometido que le apasionaba, en el que se había especializado, por otro que aborrecía, desconocía cómo abordar, le ocuparía más tiempo de su vida y encima no le iban a pagar más".
Como quien no se consuela es porque no quiere (o porque piensa que la resignación es un defecto de nuestra cultura judeocristiana y no una virtud) me dice que lo unico bueno de su nuevo puesto es que le permite beneficiarse de tratamiento gratuito en una clínica concertada por su empresa y medicinas gratis.
-¡Qué bueno!- le digo para levantarle el ánimo. -Así podras pedir almax y tranquimacín hasta hartarte-.

lunes, 11 de mayo de 2009

Capitalismo etico


Parece que la crisis está cambiando la manera en que hacíamos las cosas. Aparentemente se acabó el despilfarro, la dilapidación, el gastar sin pensar y el comprar cuanto más caro mejor. Sin embargo, por algunos síntomas que veo, me temo que dicho cambio es más visual que real.
Así, según parece, las comidas de empresa (con sus manjares y su barra libre) no se han dejado de hacer, aunque la cuenta ya no la paga la empresa o el jefe sino que se reparte equitativamente entre los comensales, independientemente de si la criatura que come es el director general o el bedel. Igualmente me entero de que los coches de lujo ya no se muestran tanto, y si lo hacen, aparecen en escena sucios, rayados y con alguna abolladura (fruto de la acción dolosa de su acaudalado dueño) que pretende hacer pasar el Porche Cayenne por una furgoneta de reparto.
Las tiendas de marca tampoco lo están pasando bien y no porque tengan menos clientes, al contrario. La razón es que, para evitar la furia de la plebe, han tenido que poner un cartelito de Outlet u otro de Liquidación por cierre en la cristalera y entregan, a los clientes que compran, sus prendas en una bolsa del Hiperdino.
Tampoco las tarjetas oro y platino se dejan ver como antes en los restaurantes. Antes, se entregaban al camarero con la cuenta con todo un ritual de risas y fiestas. Hoy, su uso es más discreto y algún camarero me relata que sus clientes se las dan, con toda discreción, envuelta en la servilleta.
Es evidente que la crisis está cambiándolo casi todo. Lo único que permanece constante es la estupidez humana.

viernes, 8 de mayo de 2009

Te quiero, te jodo


Volviendo a casa, tres sucesos me dejan pensativo.
Cruzando el paso de peatones, una anciana abronca a quien parece ser su nieta porque no le agarra del brazo para cruzar. Más allá, veo como un conductor que se salta un semáforo en rojo y casi choca, reprocha a su copiloto el no haberle avisado. Por último, me encuentro a una pareja de amigos discutiendo porque parece que él no entiende los problemas de ella en el trabajo.
Digo que me quedo pensativo porque, en los tres casos, estas personas estaban recibiendo una descarga de energía negativa de alguien cercano sin comérselo ni bebérselo. Supongo que estas criaturas se sentirán injustamente tratadas por alguien al que simplemente tratan de ayudar, acompañar o escuchar.
Creo que si quieren culpar a alguien, deberían hacerlo con su vejez, su imprudencia o su jefe pero, claro, es más fácil (y no requiere ni un fisco de valentía) darle leña a quien tienen al lado y no puede, quiere o sabe defenderse. Es una tendencia natural, casi inconsciente, de aporrear al que tenemos más cerca antes de buscar el origen del problema.
Intento, no siempre con éxito, parar este tipo de situaciones. Para ello, en estos casos, y antes de que comience la lluvia de piedras, le recomiendo a quien intenta descargar conmigo, que si quiere pagar la rabia con alguien, que lo haga con quien se la debe.

lunes, 4 de mayo de 2009

La verdad está ahí fuera


En uno de esos sesudos informes sobre los primeros 100 días de la presidencia de Obama, leo estupefacto que el 40% de los americanos está convencido de que Dios creó el mundo tal y como está escrito en la Biblia. En el mismo estudio, leo igualmente asombrado que el 50% de los americanos es obeso.
Complicado como soy, intento elucubrar si existe alguna relación entre la sobreabundancia de lípidos y la incapacidad de discernir entre la realidad y la ficción novelada. Entro en Internet y busco cualquier referencia científica que avale mi teoría. Nada.
En búsqueda de alguna explicación racional, pienso que los habitantes de aquella gran nación son gente muy confiada ante cualquier noticia, especialmente si se difunde por medios impresos. En ningún otro lugar pueden encontrar espacio teorías imposibles, conspiraciones y cuentos sin fin.
En estos casos siempre aplico la frase "No hay mayor verdad que una mentira repetida constante y vehementemente". Sin embargo, como la frase en cuestión la leí en un periódico, no sé si creérmela.

domingo, 3 de mayo de 2009

Soñar despierto

En una conversación, medio filosófica, con una buena amiga sobre la vida y las cosas importantes, me pregunta sobre alguno de mis deseos sin realizar. Entre varios que me vienen a la mente, le cuento ese de estar con tres mujeres en la cama (al mismo tiempo, se entiende). Ante la cara de estupor que me pone, le reconozco, para animarla, que ella es una de las tres (lo que es absolutamente cierto). Sin embargo, la cara no pierde la mueca de sorpresa.

Anécdotas a parte, esta conversación me lleva a meditar sobre lo poco que, en general, expresamos nuestros deseos. Más allá de hacer la lista de la compra, la carta a los Reyes y decir qué peli ver en el fin de semana, no solemos manifestar nuestros anhelos. No se trata de proponerle a cualquiera que se monte un cuarteto con uno, sino más bien consiste en ser asertivo. La clave es expresar a los demás lo que queremos, sentimos o pensamos, siempre desde el respeto y la empatía, evitando el miedo, el pudor, la verguenza o la agresividad.

Siempre he pensado que expresar los sentimientos (dentro de una lógica) no tiene porqué ser objeto de mofa o escarnio. Más bien al contrario, merece un aplauso en los tiempos que corren, en los que la gente, de tanto ahorrar, ahorra hasta en las palabras (y no es por la crisis sino más bien por miedo a quedar a la intemperie emocional y sufrir los embates de cualquier animal de dos patas).

Yo seguiré intentando sacar lo que tengo dentro a base de palabras, porque no podría soportar tener algo bueno que contar a alguien y no decírselo. Respecto a mi deseo de más arriba, creo que cada día está más cerca: ya sólo me faltan dos.


jueves, 23 de abril de 2009

Series serias (2)


Nuevamente contraataco con una lista de series que me meto entre pecho y espalda por las noches. Ahora le toca al turno a las series de profesiones, concretamente a las que se dedican a luchar contra los malos.
  • CSI: en Las Vegas (la mejor), Miami (cuando sea mayor quiero ser como Horatio: frío como un témpano a 40 grados a la sombra) y Nueva York
  • Life: un poli que trata de recomponer su vida con la meditación ZEN. Bien hecha.
  • Mentes Criminales: un clásico que siempre sorprende.
  • Life on Mars: de cómo un accidente te lleva a trabajar en una comisaria inglesa en 1970.
  • Bones: una antropóloga contra el crimen en ayuda del FBI.
  • El mentalista: muy buena para quien prefiera usar la cabeza en vez de las pistolas para atrapar a los malos.
  • Mujer Biónica: ciencia ficción, sobre una mujer con poderes sobrehumanos.
  • Monk: el final siempre es predecible pero entretiene.
  • El Club contra el crimen: policíaca, de un grupo de mujeres contra el mal.
Como siempre, espero que las disfruten (las series, claro).

miércoles, 22 de abril de 2009

Astenia


Será la primavera, será el corre-corre, será que no sabemos para dónde vamos, pero yo veo a la gente fatal.
No es que uno piense que todos los días tenemos que estar de risas y fiestas, no. Sin embargo, nunca observé tal cantidad de gente llorando por las esquinas. De tanta lágrima se me ha bajado la tensión hasta a mi, que llevo una dieta estricta de viagra (o era de proxac, bueno no sé, mientras suba algo, da igual con qué).
La verdad es que no sabía que hacer hasta que recordé que visitando Santiago de Chile, vi gente que iba repartiendo abrazos por allí. No sé si era el traspaso de energía, el optimismo, el contacto o la risa que producía aquella situación que la gente salía del abrazo sonriendo.
Pues ni corto ni perezoso (y menos cuando se trata del contacto interpersonal) he empezado hoy una terapia de abrazos. Da igual con quien (bueno, evita a los osos grises, a los erizos de mar y a la gente con mala leche) pero te animo a que abraces todo lo que puedas.
Así que, si me ves venir tienes dos opciones, o corres o te expones a un abrazo de los míos de buena energía. Y si notas algo duro, será el móvil (o no).

sábado, 11 de abril de 2009

Coctelera


Algunas cosas no tienen solución y otras sí. Tradicionalmente gastamos nuestras energías pensando en arreglar lo irresoluble, mentras dejamos olvidado aquello que se puede mejorar.
En esto, me dan cierta envidia los chinos. Leo por algún lugar que, en chino, el ideograma utilizado para expresar el concepto crisis es el mismo que el que utilizan para expresar oportunidad.
Ciertamente, el de la crisis es un tema que no había querido abordar (dicho así parece que fuera un barco mercante y yo un bucanero). Me aburre, es más, estoy rebosado de tanta crisis. Como si fuera una de las enfermedades de nuestras abuelas, todo el mundo compite para decir que está peor que los demás, que lo suyo es más grave y más doloroso.
Sé que tras una desgracia, un cierto periodo de duelo es necesario. Sin embargo, tras este lapso de tiempo, es absurdo regodearse en el malestar. Es tiempo del optimismo bien entendido, es decir, de una mezcla bien agitada de esperanza y sudor. Creo que el buen espíritu y la tenacidad en la consecusión de los objetivos son necesarias para salir adelante.
Sólo añadiría a la mezcla una pizca de riesgo y de buenas ideas. La imaginación en la búsqueda de nuevas soluciones a los problemas de siempre es lo que puede diferenciarnos del resto y llevarnos al éxito.
Y si no es así, no importa, ya que siempre podemos volver a empezar. Porque como decía Einstein, la única manera de no equivocarse es no hacer nada. Y ya se sabe, quien nada hace, nada tiene.

viernes, 10 de abril de 2009

Amar en tiempos revueltos

En estos días de vacaciones me encuentro con algunas amigas y conocidas. Noto en algunas de ellas un cierto desánimo amoroso. Como el tema me interesa, pregunto sin pudor sobre el particular.
Las que consigo sacar del "yo ya paso, lo doy por perdido" me dicen que, hoy en día, la mayoría de los hombres "no tienen mucho que aportar, son inseguros e incapaces de hacer cierta gracia" (eso me pasa por preguntar).
Inasequible al desaliento, sigo indagando y me llevan a una teoría que me sorprende. Resulta que "ya no queda ningún buen partido". La frase me lleva, como si fuera una máquina del tiempo, al pasado. Un pasado tan pasado como las películas de Marisol, las gafas de pasta de las azafatas del Un dos tres o la tele sin mando a distancia.
Claro que lo del buen partido queda en una nebulosa poco definida. Parece que es alguien de familia bien (y si tiene más de dos apellidos, mejor), con un buen puesto y buen salario, con vajilla y cubertería especial para cuando vienen los invitados y, sobre todo, con una apariencia impecable (y no me refiero a belleza sino a aparentar, ya saben).
Sin entender semejante argumento, recomiendo a esta amiga, que si quiere verdaderos referentes sobre lo que buscar en un hombre, que escuche a una de mis cantantes preferidas, Alanis Morissette, en "21 things I want in a lover".
Es una canción que me pongo cuando siento que me estoy apartando del buen camino y quiero recordar un recopilatorio de valores que deberían definir a las personas como tales. Es que yo soy muy simple, y quizás por eso nunca he entendido que alguien busque un buen partido, pudiento tener un buen entero.

martes, 7 de abril de 2009

Mars attack


Caminando por la calle estos días de luna casi llena, miro al cielo y pienso lo increíble que sería que hubiera alguien ahí fuera. No me refiero a que alguien viva ahí fuera, en la calle, sino ahí fuera, en el espacio.
Películas de marcianos y extraterrestres aparte, un encuentro con seres de otra galaxia sería el acontecimiento del siglo, o del milenio quizás. Me imagino a esos seres verdes un poco flácidos y me recuerda a las gelatinas que me hacía mi madre.
Bueno, pues yo les haría un gran recibimiento (aunque sólo sea por el recuerdo de mi infancia), aunque como somos tan cretinos igual los recibimos a cañonazos, con una bomba atómica, o un disco de Julio Iglesias a dúo con su hijo a todo volumen.
Esto me hace recordar una breve noticia que leí hace algún tiempo. En la Nasa lanzan una sonda para buscar señales biológicas en otros planetas fuera de la vía láctea. Claro, hartos de buscar sin éxito vida inteligente en la Tierra, han decido buscarla en el espacio.

sábado, 4 de abril de 2009

Atascado


Caminando por la calle, me encuentro a un conocido. Tras el apretón de mano viene el contarnos brevemente cómo nos trata la vida.
Tras las frases de rigor me dice que me ve más canoso que la última vez. En respuesta, le indico que yo, en cambio, le veo igual de estreñido que en nuestro último encuentro (bueno, en realidad, no se lo digo pero lo pienso).
Para forzar la despedida, le digo que llego tarde a mi clase de italiano. El animalito, en otra muestra de sinceridad innecesaria, me aclara que estudiar ese idioma es un esnobismo.
Claro, uno es tranquilo, pero no llega al límite de querer ser martirizado para lograr la santidad. Por ello, le explico que, estudiar italiano no es un esnobismo, sino algo útil sobre todo si uno viaja por Italia y que hay más personas en Europa hablando ese idioma que español.
"Además, amigo, para esnob lo tuyo, porque te da por jugar todas las semanas a empujar una pelotita con un palito para meterla en un hoyo dentro de un campo de cesped o por fumar unos puros apestosos hechos a mano y traídos desde nosedonde o por darle jamón del bueno a la rata grande a la que tú llamas perro."
Pues sí, aunque contentó me quedé, no quise despedirme sin una recomendación a su salud. Por eso le sugerí que dejara la dieta de higos picos, "porque te tupen y te dejan mala cara". Ciao.