domingo, 12 de julio de 2009

Viaje con nosotros: Oceania, Asia 09 (6)



Madrugar siempre me ha dolido. Leantarse temprano nunca ha sido uno de mis deportes favoritos. De hecho, el despertador es la unica maquina electronica a la que odio.
En ese momento mi cabeza casi ni funciona y sera por eso que en este amanecer recuerdo una entrevista a un pensador frances que a pesar de su ateismo considera que la espiritualidad no es exclusiva de los creyentes ni tiene porque llegar al final de la vida.
Sera por eso o sera porque en este amanecer me encuentro frente a Uluru la montaña sagrada para los aborigenes australianos. Se nota que es un lugar magico en el centro de este desierto rojo. Se nota al ver su reflejo al salir el sol, el ruido del viento que la erosiona, el tacto de la piedra y el olor de esa mole colorada.
Recorrerla alrededor explica porque los primitivos pobladores del lugar consideraron que aqui comenzo todo el universo y veneran a este lugar como nosotros (yo no, pero bueno) veneramos a nuestros iconos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo también estuve en el Uluru y parecía que estaba en otro mundo,tan solitario hasta que vi las urbanizaciones con los apartamentos y loa aparcamientos,todo bien distribuido , a pesar de esto me sentí que había una conexión con la montaña, como si estuviera viva.