martes, 16 de septiembre de 2008

Espermatozoides a la velocidad de la luz


Leo interesado que en Estados Unidos ponen en marcha un acelerador de partículas (máquina que pone a las partículas a la velocidad de la luz a ver qué pasa) para investigar el contenido de la materia y el origen del Universo.
A parte de los aguafiestas que pronosticaban que dicho aparato provocaría un tremendo agujero negro que absorbería el mundo (si no te sientes absorbido, es que erraron en la previsión), la comunidad científica está entusiasmada por la aplicación futura del acelerador.
Casi inadvertida otra noticia me mosquea, y es que el número de embarazos múltiples (gemelos, mellizos y todas las combinaciones posibles de más de un hijo) se ha incrementado por el uso de una tecnología de inseminación artificial.
Aunque suene medio bruto, uno se pregunta si los ginecólogos no estarán usando para la reproducción asistida una suerte de acelerador para lanzar los espermatozoides contra el óvulo de la mujer.
Claro, con imaginarme un bichito de esos a 300.000 kilométros por segundo, me explico no sólo lo de los embarazos múltiples sino lo de tanta hiperactividad infantil.
Podrían utilizar el mismo aparato para lanzar besitos al aire. De esa manera acabábamos con la mala leche generalizada a la velocidad de la luz.