lunes, 20 de diciembre de 2010

A última hora

Siempre me ha pasado lo mismo. A pesar de dármela de tipo organizado, siempre he tenido el defecto de dejar para última hora las tareas más ingratas.
En el colegio eran las redacciones de lengua, en el instituto las derivadas, en la universidad, la asignatura más aburrida. Y el resultado era siempre el mismo: un runrun por no haber terminado las cosas y luego un correcorre para entregarlas a tiempo. Porque siempre se entregaban, aunque fuera al trancazo.
Nos pasa a todos un poco igual, dejamos las tareas ingratas para el final, cuando casi no tenemos tiempos, estamos cansados y además tenemos que hacer el doble de esfuerzo.
Supongo que por eso, ahora se recortan las prestaciones sociales, se reforman los contratos laborales, se aumenta la edad de jubilación y lo que queda por venir.
Seguramente hacer lo ingrato no es tan apetecible como disfrutar del momento divertido despreocupadamente. Pero seguro que hacer las cosas poco a poco, es mejor que todo del golpe.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Malos tiempos, peores mentiras

Estamos en tiempos difíciles, eso está claro. Muchas empresas están cerrando y otras despiden personal. Sin embargo , hay dos posturas muy diferentes con que los gestores están realizando todo esto.
Una expone lo que hay, en tono claro: los resultados no acompañan, es necesario un ajuste para sobrevivir y ese apretarse el cinturón requiere despidos. Esta claro que poner a gente en la calle no es del agrado de ningún empresario porque entre otras cosas supone un fracaso de su gestión.
Otros tienen un estilo diferente. Presentan los despidos como un paso más hacia la eficiencia, la excelencia, el crecimiento, el resultado de una gestión brillante que alegrará a inversores y empleados (incluso los que se quedan sin trabajo).
Porque, quien se cree que Desgraciadamente, las palabras se tergiversan y sirven para confundir y escurrir el bulto.un ERE es el camino del paraíso. Se puede engañar a algunos un tiempo, pero no a todos, todo el tiempo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Domingo dominguero

No me gustan mucho los domingos. Más correcto sería decir que no me gustan nada.
No sé si es porque se acaba el fin de semana y empieza el lunes o por el recuerdo grabado a fuego del malestar post juerga.
Con un análisis freudiano diría que tiene que ver con mi madre y con su interés en que cambiáramos la ropa de cama el domingo bien temprano.
No lo sé, pero el domingo me parece un día soso. Como esta entrada, ni más ni menos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

A la piscina, de cabeza y sin saber si hay agua

Viendo un video del emprendedor Guy Kawasaki me sobrevuela el lema "lánzate".
Una de las partes de la idea es que no esperemos a encontrar la perfección antes de iniciar nada: como la perfección no existe, nunca empezaríamos. 
Nos está invadiendo esta tendencia del perfeccionismo porque estamos tan informados y tenemos tantas buenas opciones al alcance de la mano que no podemos fallar o elegir algo mediocre, sino que buscamos maximizar cada elección con el tremendo esfuerzo de análisis y el temor a equivocarnos que eso conlleva. Por ello, buscando lo mejor nos estamos perdiendo lo bueno.
La segunda parte, hace referencia a la indecisión, a la aversión a asumir riesgos en este mundo en el que se busca la seguridad y si hay probabilidad de que algo salga mal, se contrata un seguro. 
Creo que eso es cultural de algunas sociedades (la española lo ha sido) en las que errar, equivocarse, no acertar, es síntoma de fracaso absoluto que genera un cierto estigma. 
Aquí nos queda un cierto trecho hasta conseguir que lanzarse no sea visto como el camino rápido al posible desastre.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Vender

Acabo de terminar de leer el Pequeño libro rojo de las mejores respuestas en ventas de J. Gitomer. 
El título le viene al pelo porque es un libro, es pequeño, es rojo y tiene respuestas para vender. O sea, que el título da una idea bastante clara del contenido.
Sin embargo, tras la lectura, me queda la duda de si todos los comerciales que van por ahí vendiéndonos un crecepelo infalible, la fórmula para la eterna juventud, una dieta milagrosa o cosas por el estilo han tenido en sus manos algún manual de este tipo.
Lo recomiendo. Bueno no lo recomiendo, que se lo lea el que quiera y si le va bien, que nos lo cuente.

martes, 7 de diciembre de 2010

Hipnosis invalidante

Alguien me comenta que existe una nueva fuente para mejorar la vida y es a través de la hipnosis. Me dicen que es ideal para personas que desean dejar de fumar o buscan mejorar su figura con una dieta.
Seguramente el método es muy bueno para ciertas situaciones en las que las fórmulas más o menos tradicionales han fallado. Pero mi duda es si no estaremos sustituyendo el esfuerzo del trabajo personal, la dedicación y el empeño por obtener algo bueno, por métodos fáciles que no requieren que dobleguemos nuestras debilidades. 
Como los que pasan por el quirófano o se toman no sé qué píldoras milagrosas para sustituir ese kilo de más no sólo nos estamos arriesgando a efectos nocivos sino que nos declaramos absolutamente incapaces de  cambiar la manera en que no queremos vivir con nuestros propios medios. 
Quien nos verá el día que necesitemos de todo nuestro ser para sobrevivir.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Sudeste europeo: Italia (3)

La Toscana no es sólo Florencia. Más allá hay más y espectacular. Pisa nos ofrece su torre inclinada, San Gimignano sus torres medievales (sin inclinación), Lucca su callejuelas sinuosas y Siena su plaza del Palio.
Cuanto más al sur, el espectáculo cambia algo. No me refiero a la parte histórica o cultural sino al nivel de las infraestructuras, los servicios públicos y hasta el trato en los restaurante.
En algunos momentos, parece que uno tiene que dar las gracias por comer el el restaurante donde te ponen un filete cuyo propietario hizo la mili con mi abuelo o una lasagna mal puesta. Afortunadamente,  el resto es muy amable y cordial y te trata bien.
El último puerto en este viaje es Nápoles. Más allá de cualquier consejo que recibimos para evitar esta ciudad, nos adentramos en ella y no nos decepciona (seguramente por las bajas expectativas). Sobre todo Pompeya, espectacular.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sudeste europeo: Italia(2)

Tras la belleza de Venecia no dirigimos a la ciudad roja, Bolonia. Roja es por el color de los ladrillos usados para construir sus palacios, torres y lugares emblemáticos. 
También es roja porque ha sido cuna del pensamiento progresista italiano desde hace mucho tiempo.
Nos resistimos a pedir cualquier cosa a la boloñesa, conocedores que la mejor paella no se hace en Valencia, sino en casa de la suegra, la madre o de algún pariente que tiene de valencia lo que yo de inuit.
El siguiente paso era Florencia. La gran Florencia. La recepción fue como lo esperábamos: sorprendente. La plaza de la Signoria, el Duomo, el Ponte Vechio, cada lugar con un encanto particular. 
Así, con lo ojos llenos (y la cámara) de postales inolvidables vivíamos cada dia.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sudeste europeo 2010: Italia (1)

Hacía más de ocho años que no pisaba el país y me esperaba verlo cambiado a mejor. Pero no.
Me ocurrió como con gente que reencuentro después de ese tiempo y parece que un tractor les ha pasado por encima: dan penita verlos.
Curioso que un país que ha sido la cuna de la civilización occidental, del cambio del renacimiento y de la creatividad moderna viva de sus ruinas y sea incapaz de sacudirse un cierto marasmo que la atenaza.
Verona nos saluda en plena mañana con su anfiteatro magestuoso y en la casa de Julieta dejamos un recuerdo de nuestro paso.
Venecia nos impresiona con su plaza, sus palacios, catedral, sus esquinas romáticas y sus canales de aguas verdosas (bueno, esta parte no es muy romántica y menos cuando tienes el viento de cara y te llega el tufillo de aguas empozadas).

domingo, 8 de agosto de 2010

Sudente europeo 2010: Croacia y Eslovenia

No esperaba tanta belleza en estos paises. En mi mente eran dos lugares eslavos con algo de curiosidad. Sin embargo, los lugares que visito son increibles, con una mezcla entre meditellaneo y medieval. 
Dubrovnik, Split o Trogir me sorprenden gratamente. Es como estar en centros históricos medievales en pleno corazón del mediterráneo. Zagreb tambienes bella pero más centro europea.
Eslovenia no es menos, Ljubliana es espectacular y puede competir con cualquier centro histórico. Renovado en unas partes o en plena renovación (se ven obreros afanados en cada esquina) presenta el aspecto de un nuevo vecino que ha venido al barrio y desea presentarse con sus mejores galas.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sureste europeo 2010: Bosnia

Entrando en Bosnia me acuerdo de mi mismo hace unos quince anos durante la guerra genocida que asolo este pais.
Ahora casi no quedan huellas de aquella catastrofe: apenas unos agujeros de bala en algunos edificios y parques llenos de tumbas (no habia sitio para enterrar a tanta gente).
Recuerdo que por esa razon deje de ser pacifista: es imponsible convencer a un genocida de que deje de masacrar a unos inocentes con una bandera blanca y buenas palabras. Desde entonces prefiero metodos mas convincentes como por ejemplo un B52 tirando una bomba sobre el cuartel general de los asesinos.
El pais ha cambiado mucho y las ciudades que visitamos (Sarajevo y Mostar) merecen la pena y sus gentes muestran una amabilidad que se agradece. El casco antiguo de Mostar con su famoso puente que une a diferentes bandos nos encandila.

domingo, 1 de agosto de 2010

Sureste europeo 2010: Serbia

Llegamos a Serbia mas descansados que tras los ultimos trenes nocturno sy el recibimiento no pudo ser mejor: nuestro hotel estaba cerca de la estacion.
Sin tiempo que perder nos fuimos a ver el lugar y en vez de encontrarnos a un pais con la autoestima baja (hace 15 anos dominaban Yugoeslavia  y hoy se han enfrentado a todos sus vecinos y sufrido perdidas territoriales) vemos que la gente hace lo que puede para divertirse.E l caracter no es tampoco de tirar cohetes pero para lo visto con otros primos eslavos, esta mas que bien.
El barrio antiguo esta muy bien y la gente se tirar las terrazas a comer y beber. Nosotros no somos menos y nos metemos entre pecho y espada una buena hartada. Del emboste, tenemos que ir por la sombra para no sufrir una lipotimia.
Como se ve no hay nada como un pais que te ofrece tener la barriga llena y el corazon contento por tan poco esfuerzo.

viernes, 30 de julio de 2010

Sureste europeo 2010: Rumania

Rumania nos sorprende gratamente. Esperabamos ver un pais menos avanzado pero al contrario, los rumanos nos reciben con sus mejores galas (y no era domingo).
Bucarest, la capital, tiene sus encantos y un centro historico muy bello. tambien tiene una enorme mole de eficio parlamentario construido en la epoca de Ciaucescu que da grima verlo.
Con ganas de ver algun vampiro nos dirigimos a transilvania pero nada de nada. No encontramos ningun chupacabra por lo bellos pueblos por los que pasamos: Brasov o Sinaia. Al contrario, sus gentes son muy amables y poco dadas a chupar la sangre de los mochileros que se encuentran a su paso.
Los dias no dan para mas y toca subirse a un tren nocturno hacia Serbia.

miércoles, 28 de julio de 2010

Sureste europeo 2010: Grecia y Bulgaria

Despues de Atenas, nos dirigimos al norte camino de Tesalonica. La ciudad se deja ver y nos presenta su mejor cara para pasar el dia viendo lo mas importante. Despues de cenar nos vamos a la estacion para coger el tren nocturno hacia Bulgaria.
Ahora recuerdo porque hacia tanto tiempo que no dormia en un tren: el ruido era ensordecedor, la gente fumando en cualquier esquina, un calor agobiante y para colmo nos despiertan a las 3 para el control fronterizo. Otra razon para terminar aboliendo las fronteras.
Por la manana, con el cuerpo molido del trasiego, llegamos a Sofia, la curiosa capital bulgara  que no tiene nada de vulgar sino mas bien al contrario.Se nota que su centro historico esta cuidado y se intenta utiliziar para fomentar cierto turismo.
Por la noche, cambiamos de transporte para llegar a Bucarest en Rumania. La noche no nos fue mucho mejor, lo que demuestra que si uno quiere dormir bien, lo mejor es llevarse la cama de viaje.

martes, 27 de julio de 2010

Sureste europeo 2010: Grecia

Visitando el pais, me viene a la cabeza una burrada de Miguelito, el amigo de Mafalda cuando le ensenaron una foto de la Acropolis: no te conte de un tio mio que estornudo muy fuerte en una cristaleria. Asi es atenas, pura ruina.
Pero no una ruina cualquiera, sino la base de nuestra civilizacion que ha perdurado alli dos mil anos esperando que pasemos hordas de visitantes extranjeros para sacarnos fotos. La visita ha sido muy grata, sin prisa pero sin pausa. Especial recuerdo me llevo del estadio olimpico antiguo y me vienen a la mente de hombres luchando contra sus limitaciones.
En Atenas se come bien, en cualquier sitio te tomas una ensalada rica y comida sabrosa. Si puedes, la disfrutas con el Partenon de fondo: una maravilla.

martes, 8 de junio de 2010

Fútbol, fútbol, fútbol

No es que me guste el fútbol. Prefiero otros entretenimientos aunque cada temporada veo tres o cuatro partidos (casi siempre finales o semifinales de alguna competición internacional) con algunos amigos.
Ninguno es muy futbolero, pero eso de ver a 22 tíos en pantalones cortos corriendo detrás del cuero hinchado (balón, para los amigos) nos retrotrae a algún punto de nuestro pasado cromañonico.
Supongo que nos imaginamos corriendo por la sabana africana detrás de alguna gacela intentando ensartarla con una lanza y viéndola de cena. No tiene más secreto ni profundidad a pesar de lo que pudiera decir un psicoanalista argentino.
Claro, pero muchas mujeres no entienden tanto apego al deporte rey (muchas veces yo tampoco y no las culpo por ello). Por eso deseo pedir un poco de calma ante el comienzo del mundial de Sudáfrica y sus tropecientos partidos. Al fin y al cabo, es algo que pasa sólo cada cuatro años.

sábado, 5 de junio de 2010

Buen pensamiento (2)

Comunicar sin juicios de valor no es sólo difícil sino muy difícil (casi imposible). No me refería a cuando uno expresa con palabras una emoción negativa (estoy triste, enfadado, dolorido, etc) porque se siente en ese momento así, busca la causa de ese malestar emocional y desea cambiarlo. Eso es muy sano física y emocionalmente.
Yo me refiero a quienes de forma habitual y constante expresan estas emociones sin otro interés que expresarlas. Lo lógico es pesar que si a uno le va mal, haga algo para cambiar su situación. Pero aquí está la clave: hacer algo. Parece que algunas personas prefieren no hacer nada y seguir emitiendo esa comunicación.
Hasta ahora yo no le veía sentido lógico (ni emocional) a este tipo de actitudes puesto que finalmente aumentan la tristeza, el recuerdo de la emoción negativa, somatización física, etc. Pero en una conferencia de Rubén Turienzo a la que acudí recientemente vi la luz: las personas que emiten comunicación negativa generan la compasión, solidaridad y atención del resto. O sea que si algo me va mal y me quejo, otros me hacen mimitos, pero si lo soluciono, ya no me los hacen. Lo fácil es eso: si busco cariño y atención me quejo y ya está.

lunes, 24 de mayo de 2010

El futuro no es lo que era

Parece que la crisis ya no es crisis sino una nueva forma de vivir y de consumir. Las estadísticas dicen que cada vez ahorramos más, miramos más lo que gastamos y en qué.
No es que estemos inventando nada nuevo, sino que estamos recuperando lo que hacíamos hace algún tiempo, viejas costumbres y hábitos.
Los talleres de reparación (desde el coche a los electrodomésticos) tienen más trabajo que nunca, los zapatos ya no se cambian cada dos por tres sino que se les ponen tapas nueva y a correr, las fiestas y reuniones de amigos o familia se hacen más en casa que en restaurantes. La tintorería la pisamos menos: se lava y plancha en casa. Pero no sólo, porque en el super compramos menos cosas superfluas o comidas preparadas y  más marcas blancas. 
Con los niños ocurre lo mismo, el carro, la ropa y toda la parafernalia logística los heredan los hermanos, los primos y los hijos de los amigos como se hacía hace 20 años. Igual  con las fiestas de cumple: en casa y con Nocilla. Y es que puede haber algo más bonito que ver a unas criaturas devorando sandwiches de foigras y bebiendo fanta Hacendado.  Finalmente, lo divertido es el con quién no el cómo ni el dónde.

viernes, 21 de mayo de 2010

No pares

Hace unos días, tuve la oportunidad de acudir a una conferencia de uno de mis autores favoritos, Eduardo Punset.
No defrauda nunca, con esa sabiduría añeja y ese acento tan particular con el que desgrana los puntos que cree más destacados de la ciencia y del ser humano.
No se cansa de repetir que, aunque nacemos con unos genes y en un entorno, nada es irreversible porque podemos cambiar. Nada es inmutable en nuestro cerebro plástico. La experiencia puede modelar, para bien o para mal, nuestra estructura cerebral.
Pero el cambio a mejor tiene un precio: el deseo de evolucionar, de conocer, de nunca detener nuestra curiosidad para saber la íntima naturaleza de las cosas, de profundizar en el conocimiento y en el amor.
Nos sorprende con la idea de que no es tan importante saber como educar el corazón. Pero a eso, nadie nos ha enseñado: la gestión de nuestras emociones. Ese es el reto para el futuro.
Para finalizar, el consejo que escribió en el libro que le llevé para que me dedicara: No pares.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Buen pensamiento

Hace unos cinco años que no veo habitualmente la tele (salvo para dos o tres eventos al año) y como dos que no leo los periodicos. Si tengo que saber algo de algo lo busco en Internet. No lo hago por esnobismo ni por decir que soy especial (más bien al contrario).
Lo cierto es que no puedo resistir tanta comunicación negativa. Pensaba que era por lo de la crisis, pero me he dado cuenta que la crisis es solo una excusa para justificar la catarata actual de crítica, victimismo, quejas y lloriqueos.
A lo mejor siempre fue así y me he venido a dar cuenta ahora (como un exfumador capaz de detectar el humo del tabaco a 100 metros y repudiarlo terriblemente). Me he dado cuenta desde que llevo puesta la pulsera de la antiqueja. En realidad es una simple pulsera que te recuerda que debes ser consciente para no quejarte o criticar.
Eso no significa que si llueve no puedas decir que llueve, sino que no puedes expresar que dicha agua que cae del cielo ha convertido la jornada en el peor dia de tu vida, que ha arruinado noseque cosas, que es maldita, etc.
Parece que evitar dichas palabras no cambia nada, pero sí lo hace. Pensamos con palabras y si evitamos ciertas palabras, finalmente cambiará nuestro pensamiento. No hay más que ver el resultado de leer dos o tres veces algo bello o algo terrible y darnos cuenta de la sensación que nos deja.

sábado, 15 de mayo de 2010

Prisión preventiva

Hace no mucho me encontré con una conocida que hacia tiempo que no veía. En tres minutos me contó como había cambiado su vida:  había encontrado una pareja, se había casado, había tenido un hijo y se había separado, en este orden y en apenas dos años. 
Yo la miraba sin saber si darle mis felicitaciones o mis condolencias. Ella, sin mayor atisbo de tristeza, me dijo que su mayor error había sido casarse con una persona que no conocía. No quería decir que fuera un desconocido, claro, sino que no había convivido con él y que, por lo tanto, no sabía si eran o no compatibles (el tiempo se encargó de aclarar la duda).
Si ya es difícil encontrar a alguien con quien compartir la vida, lo es más conseguir cuadrar el compartir el día a día, la convivencia.
Aunque es verdad que el roce hace el cariño, también hace la llaga. Por ello, parece que esta conocida parecía querer decir que es mejor probar a vivir juntos antes de ir a mayores (pasar por el altar o decidir tener hijos).
Es cierto que la convivencia une a la gente, en general, aunque puede también generar tensiones que deterioren la relación. Por eso, debería ser obligatorio que las parejas convivieran durante unos meses antes de pasar por la vicaría o el juzgado. Se ahorraría muchos disgustos personales y familiares y también minutas de abogados.
Al fin y al cabo encontrarse irremediablemente los calcetines usados en la mesa del salón o a la madre de la parienta casi viviendo en tu vida, y pensar que es lo que te espera para el resto de tus días, hace que uno se replantee algunas cosas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Semilla del diablo

En una cafetería estoy tranquilamente tomando algo cuando una conversación entre dos mujeres me sobresalta. Parece que una de ellas desea tener un hijo y tiene novio (hasta ahí todo normal) pero resulta que no quiere irse a vivir con él ni en sueños.
Como no entiendo nada, extiendo la parabólica a ver si me aclaro. El novio no es que sea  malo, ni feo ni tonto y es válido para que la joven que habla se quede encinta, pero no quiere más que esto. No desea mayor cercanía ni relación que la de simples novios: será bueno como padre pero no como pareja. La otra la anima: total, para lo que ayudan da casi igual quien te deje embarazada porque todos son iguales.
Con aquello hecho un lío, pregunto a algunas compañeras de trabajo y a amigas. Una me dice que hay mujeres que no encuentran pareja y deciden ser madres solas. Me parece perfecto y una decisión muy valiente. Además no soy yo ningún defensor de la familia tradicional. Al contrario.
Otras mujeres me dan la clave. ¿Qué clase de relación afectiva hace que una de las partes de la pareja no desee compartir junto a la otra el tiempo de convivencia o el de crianza de un hijo? Pues una abocada al fracaso.
Además, decir que da igual qué hombre te insemine porque todos son iguales, nos coloca a nosotros al nivel de un tubo de ensayo lleno de espermatozoides.
Pues a mi no me da igual qué mujer sea la madre de mis hijos. De eso nada. Yo no busco ovarios sino además todo lo que acompaña. Mi semen no será el mejor pero si alguien sólo me considera válido como fuente, mejor que acuda a otro contenedor.

sábado, 8 de mayo de 2010

Apagón sin revolcón

Leo una de esas frases célebres, ésta de Bernard Shaw que dice que las personas que funcionan bien en la vida son las que al levantarse por la mañana buscan las circunstancias que quieren, y si no las encuentran, las inventan.
Hace unos días, la zona en la que vivo se despertó a oscuras. No es que fuera de noche todavía a las siete de la mañana sino que, por causas que solo saben explicar los ingenieros, no había luz eléctrica.
Lejos de hundirme en la miseria o acordarme de la madre del que instaló la estación transformadora de la compañía eléctrica, pensé en que aquel pequeño imprevisto podía traer algunos beneficios. Tras intentar darle un revolcón a la parienta con la escusa de la falta de luz, caí en la cuenta de que lo más conveniente en ese momento era buscar velas y mechero. 
Ya con algo de luz me recreé en mi barba del día anterior que tendría excusa para llevar al trabajo (mi afeitadora es eléctrica) y como no pude perder tiempo con el ordenador o ponerme a hacer el tonto (habitual para perder el tiempo) me hice un sandwich, me tomé un yogurt y a la calle.
El día empezó bien: puntual, desayunado y sin afeitar. ¿Qué más podía haber pedido? Ah, sí claro, el revolcón.

martes, 27 de abril de 2010

Intolerancia justa


Una amiga a la que aprecio (la misma que busca un hombre normal) me habla del eneagrama. Por un momento lo confundo con un enema y se me ponen los vellos como un cactus solo de pensar en ofender a mis nalgas.
Pero no, resulta que el eneagrama es otra cosa. Es un medio para conocer la personalidad de los individuos y mejorar su interrelacion con otros individuos. Mi amiga le añade otro punto ventajoso: ayuda a ser más tolerante con los demás.
Por ahí no paso, de eso nada. No me considero el tipo mejor del mundo cuando me dicen que es casi imposible hacerme enfadar, que soy buena persona y tralaritralará. Más bien, me considero un poco tonto, como si servir de felpudo a las inmundicias ajenas tuviera algún merito. Pues no lo tiene y encima deja un cierto pozo de amargura porque a veces tolero a gente, cosas que no les toleraría ni su señora madre mientras que a mi no me toleran que esté tranquilito en mi trocito de mundo sin molestar a nadie.
Probablemente profundice en lo del eneagrama, pero no en busca de tolerancia sino más bien para poder ver venir a los intolerantes y hacerles un corte de manga mientras se acercan. Frente a la intolerancia, mejor poner un puño antes que la otra mejilla.

lunes, 19 de abril de 2010

Discúlpeme la sonrisa


Iba yo con mi buen rollo por la vida, sin molestar a nadie, cuando una amiga que me tiene en alta estima me dice que está preocupada por mi.
No lo pillo, porque de entre todas las criaturas que pululan alrededor, seguro que hay muchas que necesitan más consuelo y cariño que este servidor. Aún así, me intereso por lo que tiene que decirme.
Resulta que me recomienda que no vaya por ahí contento ni feliz, ni que esté indisimuladamente de buen humor. La razón que me da para explicar esto me deja frío. Y es que resulta que la envidia recomienda que modere mi expresión de bienestar.
Me explica que, según su experiencia, hay mucha gente que, no sólo está jodida por sí misma sino que además, ve empeorar su estado malestar emocional a causa de la felicidad ajena. Por ello, intentan, en un esfuerzo porque todos estemos igual de mal, fastidiar a los que están bien, es una especie de búsqueda del equilibrio infernal.
El consejo lo aprecio, claro, pero creo que no lo voy a seguir. No porque no valore el riesgo de llevar la contraria a los que están desesperadamente infelices. Al contrario, lo valoro y mucho, pero si no expresara cuando me siento bien, al final, acabaría sintiéndome mal y no habría diferencia alguna entre ellos y yo. Y eso es algo que no voy a permitir por muchas susceptibilidades que pueda herir.

martes, 6 de abril de 2010

Un hombre normal

 
En una comida a la que asistí hace algún tiempo, en un grupo de amigas, apareció e la típica conversación sobre las parejas. Aunque el tema es más viejo que el NODO, cada una lo tomó con una ilusión que parecía que era la primera vez que se trataba.
A pesar de mi escasa capacidad de observación humana (soy hombre y torpe, aunque suene repetido, lo segundo es agravante), en la conversación se podían distinguir los diferentes puntos de vista sobre las parejas actuales y futuribles. Unas callan (es mejor no decir que mentir), otras cuentan sus cuitas más o menos habituales de la convivencia y otras se quejan de que, en estos tiempos, no hay hombres normales con los que unir sus vidas.
Puede que tengan razón: entre los que salieron del armario, los que no están en el mercado y los que están evidentemente tarados, la oferta no es muy amplia, que digamos. Sin embargo, lejos de amedrentarse, una de las intervinientes me define lo que ella considera el tipo de hombre que busca: un hombre normal. Sería un tío moderadamente extrovertido, buena persona, que cumpla sus compromisos, serio pero no aburrido, con sentido del humor inteligente, con una amplia cultura que le permita hablar de todo, estable porque eso de estar un día arriba y otro abajo marea mucho, con una mentalidad abierta, algo espiritual, trabajado psicológicamente, etc, etc, etc, etc.
A partir de ese momento y durante los siguiente dos minutos de descripción que siguieron, mi cerebro desconectó. No porque yo, que me consideraba un tipo normal me convertía en un despojo humano según mi amiga, sino porque eso tan normal era, en realidad, absolutamente excepcional. Antes de despedirnos, le deseé toda la suerte del mundo en su búsqueda de su hombre "normal" y le rogué encarecidamente que me llamara cuando lo encontrara. Igual podríamos sacar un dinero, exponiéndolo en algún circo o en una feria de esas que van por los pueblos.
Si alguien tiene dudas del rumbo de su empresa, diré que aún sigo esperando su llamada.

lunes, 22 de febrero de 2010

Viaje con nosotros: Nueva York (4)

 
Nueva York tiene mucho que ver y en eso estamos mientra cae una nevada como no había visto en mi vida (lo cual es normal porque vivo en una isla tropical).
Las bibliotecas antiguas tienen algo especial, entre sabiduría y olor a libros mirados por muchos ojos. Así es la Biblioteca pública de Nueva York.
También tiene sabor añejo la Catedral de San Patricio a la que llegamos justo en el miercoles de ceniza y así nos reciben: dispuestos a pintarnos una cruz en la frente. Yo me hago el sueco (hablo raro, aparezco de rubio y me hago el luterano) para evitar el trance de decirle al padre Flanagan que yo no comungo. Sorry. En la iglesia de San Bartolomeo me libro por los pelos (aún me dura el rubio de bote).
El Moma nos impresiona. Resulta que en la puerta nos encontramos con Custo Barcelona, que yo pensaba que era una marca y resulta que es un señor. Qué cosas tiene la moda!
Tras pasar por enésima vez por Central Park (hoy la nieve te llega a la cintura) nos dirigimos al Empire State con un frío que si te da por escupir, el salivazo cae en forma de escarcha.

Al día siguiente continuamos con la tradición tan española de gastar en lo que no necesitamos y con cara de desesperado nos dirigimos al Jersey Gardens Mall a unas tienditas que nos atraen con la palabrita outlet.
Pero a la vuelta aún tenemos tiempo de pasar por varios sitios y entre ellos por el Madison Square Garden con la bella intención de ver un partitido de basket de los Nicks. Pero no te vistas que no vas, porque hoy no hay partido. Bueno, pues ya tengo una escusa para volver a la Gran Manzana. I love NY.

domingo, 21 de febrero de 2010

Viaje con nosotros: Nueva York (3)

Cae la nieve y no es una frase hecha. Es que cae que jode y blanca como la nieve. Y eso tampoco es una frase hecha.
Resulta que después de 20 años sin caer mas de 30 copos seguidos, a las nubes les ha dado por ponerse a nevar a cubos. El espectculo es bello pero gélido.
Para denunciarlo, nos dirigimos al edificio de la ONU, que está medio raido, por cierto, y donde nuestra resolución de sanciones a los meteorólogos es rechazada por el Consejo de Seguridad con el veto del tipo que estaba cuidando el lugar porque el resto ni se presenta. Ni falta que me hace porque agarro un taxi (tampoco es de aquí el taxista) y tiro para el Guggenheim a disfrutar de la belleza del arte moderno y de un edificio que es arte igualmente.
Mas abajo de la quinta avenida y dejando Central Park nevado hoy hasta las rodillas, visitamos el Metropolitan y disfrutamos de un arte más clásico, al gusto de cualquier paladar que se emocione ante la belleza.
Caminando hacia el sur atravesamos la zona del Rockefeller y su pista de patinaje donde la gente intenta no perder los dientes al caerse como fardos sobre el hielo. Aunque mi primer impulso es lanzarme al ruedo, me imagino a mi dentista llorando al contarle que perdí quince piezas, un empaste y tres puentes al chocar contra la valla de protección, y se me quitan las ganas.
Como estamos inspirados, y con ganas de cantar y dar palmas, compramos unas entraditas para el musical Hair que tan buenas críticas ha recibido por parte del hermano y la madre de uno de los que se encargan del atrezzo de la obra. Me descubro ante tanta gente con talento y maldigo mi falta de oído para la música que me priva de tocar siquiera la zambomba en Navidades sin desafinar como un serrucho.

sábado, 20 de febrero de 2010

Viaje con nosotros: Nueva York (2)

¿Que sería de Nueva York sin su Estatua de La Libertad? Pues sería como París sin su Torre, Sevilla sin la Giralda o el bocata de chorizo y queso amarillo, sin queso amarillo: un mundo incompleto.
Pues eso, las lágrimas nos caen a chorros de la emoción de encontrarnos ante tamaño monumento al libre albedrío humano. De la emoción y del frío que hace, que se te mete por la nariz y te sale por los ojos en forma acuosa. Unos turistas asiáticos creyendo que lo nuestro es un rollo emotivo nos abrazan y dicen que comparten nuestros sentimientos. Animalitos
La isla de Ellis nos sobrecoge por su significado de embudo de todos aquellos que llegaron en busca de un salario honrado por un trabajo honrado y se encontraron con un honrado filtro de sus esperanzas.
Como estamos fuertes y valientes emprendemos un bello recorrido por Wall Street, la iglesia de la Trinidad y recorremos la mitad del puente de Brooklyn. Alguien me preguntó una vez que qué se encontraría uno tras recorrer la otra mitad. Brooklyn, creo.
En Chinatown vemos la resaca del año nuevo chino que lo siguen celebrando con las mejores ofertas de Rolex a 150 y bolsos de Channel very cheap que te comentan por las esquinas. Pues que bien porque ni uso reloj ni bolso, amigo. El Soho y Greenwich Village nos reciben con el bullicio típico de cualquier dia del año por estas fechas. O sea, nada especial pero muy bonito, oiga.

viernes, 19 de febrero de 2010

Viaje con nosotros: Nueva York (1)



Siempre pensé que lo de San Valentín o Dia de los enamorados era un invento del El Corte Inglés. Pues no, señora, no.
Resulta que no y me vengo a enterar empezando uno de mis viajitos, éste por Nueva York porque aquí tambien existen centros comerciales (aunque la batuta la lleva
Bloomingdales).
Además, se nota que Obama ha llegado con otro talante. Ahora, en el control de entrada del aeropuerto no te hacen un interrogatorio de 2 horas, ni te desnudan, ni te hacen un tacto rectal si tienes la tripa dura.
Simplemente, te sacan una foto (después de 8 horas en el avión seguro que quedé como una piltrafa) y te toman las huellas (para los capítulos del CSI, y luego te ves a Horatio sacando tu careto en la base de datos de delincuentes fichados y jurando que se las vas a pagar).
Terminado el trance de entrada, Nueva York nos recibe con un taxista que no es de allí(encontrar uno del lugar es tan dificil como encontrar una aguja de cuatro pétalos en un pajar de tréboles).
Paseando por la Gran Manzana, recorremos en un primer contacto, Times Square, la zona de Broadway y Central Park nevado hasta las canillas. I love NY.