Una amiga a la que aprecio (la misma que busca un hombre normal) me habla del eneagrama. Por un momento lo confundo con un enema y se me ponen los vellos como un cactus solo de pensar en ofender a mis nalgas.
Pero no, resulta que el eneagrama es otra cosa. Es un medio para conocer la personalidad de los individuos y mejorar su interrelacion con otros individuos. Mi amiga le añade otro punto ventajoso: ayuda a ser más tolerante con los demás.
Por ahí no paso, de eso nada. No me considero el tipo mejor del mundo cuando me dicen que es casi imposible hacerme enfadar, que soy buena persona y tralaritralará. Más bien, me considero un poco tonto, como si servir de felpudo a las inmundicias ajenas tuviera algún merito. Pues no lo tiene y encima deja un cierto pozo de amargura porque a veces tolero a gente, cosas que no les toleraría ni su señora madre mientras que a mi no me toleran que esté tranquilito en mi trocito de mundo sin molestar a nadie.
Probablemente profundice en lo del eneagrama, pero no en busca de tolerancia sino más bien para poder ver venir a los intolerantes y hacerles un corte de manga mientras se acercan. Frente a la intolerancia, mejor poner un puño antes que la otra mejilla.
Pero no, resulta que el eneagrama es otra cosa. Es un medio para conocer la personalidad de los individuos y mejorar su interrelacion con otros individuos. Mi amiga le añade otro punto ventajoso: ayuda a ser más tolerante con los demás.
Por ahí no paso, de eso nada. No me considero el tipo mejor del mundo cuando me dicen que es casi imposible hacerme enfadar, que soy buena persona y tralaritralará. Más bien, me considero un poco tonto, como si servir de felpudo a las inmundicias ajenas tuviera algún merito. Pues no lo tiene y encima deja un cierto pozo de amargura porque a veces tolero a gente, cosas que no les toleraría ni su señora madre mientras que a mi no me toleran que esté tranquilito en mi trocito de mundo sin molestar a nadie.
Probablemente profundice en lo del eneagrama, pero no en busca de tolerancia sino más bien para poder ver venir a los intolerantes y hacerles un corte de manga mientras se acercan. Frente a la intolerancia, mejor poner un puño antes que la otra mejilla.