lunes, 20 de diciembre de 2010

A última hora

Siempre me ha pasado lo mismo. A pesar de dármela de tipo organizado, siempre he tenido el defecto de dejar para última hora las tareas más ingratas.
En el colegio eran las redacciones de lengua, en el instituto las derivadas, en la universidad, la asignatura más aburrida. Y el resultado era siempre el mismo: un runrun por no haber terminado las cosas y luego un correcorre para entregarlas a tiempo. Porque siempre se entregaban, aunque fuera al trancazo.
Nos pasa a todos un poco igual, dejamos las tareas ingratas para el final, cuando casi no tenemos tiempos, estamos cansados y además tenemos que hacer el doble de esfuerzo.
Supongo que por eso, ahora se recortan las prestaciones sociales, se reforman los contratos laborales, se aumenta la edad de jubilación y lo que queda por venir.
Seguramente hacer lo ingrato no es tan apetecible como disfrutar del momento divertido despreocupadamente. Pero seguro que hacer las cosas poco a poco, es mejor que todo del golpe.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Malos tiempos, peores mentiras

Estamos en tiempos difíciles, eso está claro. Muchas empresas están cerrando y otras despiden personal. Sin embargo , hay dos posturas muy diferentes con que los gestores están realizando todo esto.
Una expone lo que hay, en tono claro: los resultados no acompañan, es necesario un ajuste para sobrevivir y ese apretarse el cinturón requiere despidos. Esta claro que poner a gente en la calle no es del agrado de ningún empresario porque entre otras cosas supone un fracaso de su gestión.
Otros tienen un estilo diferente. Presentan los despidos como un paso más hacia la eficiencia, la excelencia, el crecimiento, el resultado de una gestión brillante que alegrará a inversores y empleados (incluso los que se quedan sin trabajo).
Porque, quien se cree que Desgraciadamente, las palabras se tergiversan y sirven para confundir y escurrir el bulto.un ERE es el camino del paraíso. Se puede engañar a algunos un tiempo, pero no a todos, todo el tiempo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Domingo dominguero

No me gustan mucho los domingos. Más correcto sería decir que no me gustan nada.
No sé si es porque se acaba el fin de semana y empieza el lunes o por el recuerdo grabado a fuego del malestar post juerga.
Con un análisis freudiano diría que tiene que ver con mi madre y con su interés en que cambiáramos la ropa de cama el domingo bien temprano.
No lo sé, pero el domingo me parece un día soso. Como esta entrada, ni más ni menos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

A la piscina, de cabeza y sin saber si hay agua

Viendo un video del emprendedor Guy Kawasaki me sobrevuela el lema "lánzate".
Una de las partes de la idea es que no esperemos a encontrar la perfección antes de iniciar nada: como la perfección no existe, nunca empezaríamos. 
Nos está invadiendo esta tendencia del perfeccionismo porque estamos tan informados y tenemos tantas buenas opciones al alcance de la mano que no podemos fallar o elegir algo mediocre, sino que buscamos maximizar cada elección con el tremendo esfuerzo de análisis y el temor a equivocarnos que eso conlleva. Por ello, buscando lo mejor nos estamos perdiendo lo bueno.
La segunda parte, hace referencia a la indecisión, a la aversión a asumir riesgos en este mundo en el que se busca la seguridad y si hay probabilidad de que algo salga mal, se contrata un seguro. 
Creo que eso es cultural de algunas sociedades (la española lo ha sido) en las que errar, equivocarse, no acertar, es síntoma de fracaso absoluto que genera un cierto estigma. 
Aquí nos queda un cierto trecho hasta conseguir que lanzarse no sea visto como el camino rápido al posible desastre.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Vender

Acabo de terminar de leer el Pequeño libro rojo de las mejores respuestas en ventas de J. Gitomer. 
El título le viene al pelo porque es un libro, es pequeño, es rojo y tiene respuestas para vender. O sea, que el título da una idea bastante clara del contenido.
Sin embargo, tras la lectura, me queda la duda de si todos los comerciales que van por ahí vendiéndonos un crecepelo infalible, la fórmula para la eterna juventud, una dieta milagrosa o cosas por el estilo han tenido en sus manos algún manual de este tipo.
Lo recomiendo. Bueno no lo recomiendo, que se lo lea el que quiera y si le va bien, que nos lo cuente.

martes, 7 de diciembre de 2010

Hipnosis invalidante

Alguien me comenta que existe una nueva fuente para mejorar la vida y es a través de la hipnosis. Me dicen que es ideal para personas que desean dejar de fumar o buscan mejorar su figura con una dieta.
Seguramente el método es muy bueno para ciertas situaciones en las que las fórmulas más o menos tradicionales han fallado. Pero mi duda es si no estaremos sustituyendo el esfuerzo del trabajo personal, la dedicación y el empeño por obtener algo bueno, por métodos fáciles que no requieren que dobleguemos nuestras debilidades. 
Como los que pasan por el quirófano o se toman no sé qué píldoras milagrosas para sustituir ese kilo de más no sólo nos estamos arriesgando a efectos nocivos sino que nos declaramos absolutamente incapaces de  cambiar la manera en que no queremos vivir con nuestros propios medios. 
Quien nos verá el día que necesitemos de todo nuestro ser para sobrevivir.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Sudeste europeo: Italia (3)

La Toscana no es sólo Florencia. Más allá hay más y espectacular. Pisa nos ofrece su torre inclinada, San Gimignano sus torres medievales (sin inclinación), Lucca su callejuelas sinuosas y Siena su plaza del Palio.
Cuanto más al sur, el espectáculo cambia algo. No me refiero a la parte histórica o cultural sino al nivel de las infraestructuras, los servicios públicos y hasta el trato en los restaurante.
En algunos momentos, parece que uno tiene que dar las gracias por comer el el restaurante donde te ponen un filete cuyo propietario hizo la mili con mi abuelo o una lasagna mal puesta. Afortunadamente,  el resto es muy amable y cordial y te trata bien.
El último puerto en este viaje es Nápoles. Más allá de cualquier consejo que recibimos para evitar esta ciudad, nos adentramos en ella y no nos decepciona (seguramente por las bajas expectativas). Sobre todo Pompeya, espectacular.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sudeste europeo: Italia(2)

Tras la belleza de Venecia no dirigimos a la ciudad roja, Bolonia. Roja es por el color de los ladrillos usados para construir sus palacios, torres y lugares emblemáticos. 
También es roja porque ha sido cuna del pensamiento progresista italiano desde hace mucho tiempo.
Nos resistimos a pedir cualquier cosa a la boloñesa, conocedores que la mejor paella no se hace en Valencia, sino en casa de la suegra, la madre o de algún pariente que tiene de valencia lo que yo de inuit.
El siguiente paso era Florencia. La gran Florencia. La recepción fue como lo esperábamos: sorprendente. La plaza de la Signoria, el Duomo, el Ponte Vechio, cada lugar con un encanto particular. 
Así, con lo ojos llenos (y la cámara) de postales inolvidables vivíamos cada dia.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sudeste europeo 2010: Italia (1)

Hacía más de ocho años que no pisaba el país y me esperaba verlo cambiado a mejor. Pero no.
Me ocurrió como con gente que reencuentro después de ese tiempo y parece que un tractor les ha pasado por encima: dan penita verlos.
Curioso que un país que ha sido la cuna de la civilización occidental, del cambio del renacimiento y de la creatividad moderna viva de sus ruinas y sea incapaz de sacudirse un cierto marasmo que la atenaza.
Verona nos saluda en plena mañana con su anfiteatro magestuoso y en la casa de Julieta dejamos un recuerdo de nuestro paso.
Venecia nos impresiona con su plaza, sus palacios, catedral, sus esquinas romáticas y sus canales de aguas verdosas (bueno, esta parte no es muy romántica y menos cuando tienes el viento de cara y te llega el tufillo de aguas empozadas).