lunes, 13 de diciembre de 2010

Domingo dominguero

No me gustan mucho los domingos. Más correcto sería decir que no me gustan nada.
No sé si es porque se acaba el fin de semana y empieza el lunes o por el recuerdo grabado a fuego del malestar post juerga.
Con un análisis freudiano diría que tiene que ver con mi madre y con su interés en que cambiáramos la ropa de cama el domingo bien temprano.
No lo sé, pero el domingo me parece un día soso. Como esta entrada, ni más ni menos.

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