viernes, 10 de abril de 2009

Amar en tiempos revueltos

En estos días de vacaciones me encuentro con algunas amigas y conocidas. Noto en algunas de ellas un cierto desánimo amoroso. Como el tema me interesa, pregunto sin pudor sobre el particular.
Las que consigo sacar del "yo ya paso, lo doy por perdido" me dicen que, hoy en día, la mayoría de los hombres "no tienen mucho que aportar, son inseguros e incapaces de hacer cierta gracia" (eso me pasa por preguntar).
Inasequible al desaliento, sigo indagando y me llevan a una teoría que me sorprende. Resulta que "ya no queda ningún buen partido". La frase me lleva, como si fuera una máquina del tiempo, al pasado. Un pasado tan pasado como las películas de Marisol, las gafas de pasta de las azafatas del Un dos tres o la tele sin mando a distancia.
Claro que lo del buen partido queda en una nebulosa poco definida. Parece que es alguien de familia bien (y si tiene más de dos apellidos, mejor), con un buen puesto y buen salario, con vajilla y cubertería especial para cuando vienen los invitados y, sobre todo, con una apariencia impecable (y no me refiero a belleza sino a aparentar, ya saben).
Sin entender semejante argumento, recomiendo a esta amiga, que si quiere verdaderos referentes sobre lo que buscar en un hombre, que escuche a una de mis cantantes preferidas, Alanis Morissette, en "21 things I want in a lover".
Es una canción que me pongo cuando siento que me estoy apartando del buen camino y quiero recordar un recopilatorio de valores que deberían definir a las personas como tales. Es que yo soy muy simple, y quizás por eso nunca he entendido que alguien busque un buen partido, pudiento tener un buen entero.

1 comentario:

Unknown dijo...

Buf!!, yo odio ese tipo de conversaciones entre las de mi propio género...de verdad, me pongo mala!! y es que según mi opinión ni nosotras somos tan perfectas, ni ellos tan imperfectos...( una vez más tienes razón)