viernes, 27 de noviembre de 2009

A sus órdenes


Leo sin ninguna sorpresa que el enfado es la emoción que predomina entre los empleados de empresas de todo el mundo (seguramente en España el resultado es similar).
No me parece raro porque lo que se busca en la organización es fomentar el interés y el compromiso y no la satisfacción con el trabajo o la felicidad según David R. Caruso, psicólogo de directivos. Y claro, los jefes son la correa de transmisión de toda esta manera de funcionar.
No es que lo hagan a propósito (la mayoría no) pero en este corre-corre en el que se ha convertido la vida en la empresa siempre con el objetivo último de que el que está arriba no termine mordiéndote la cabeza, se confunde la acción con el resultado. El fin último, el cliente, no importa tanto como los procedimientos, procesos, burocracia, ahorro de costes, eficiencias, etc, como si al comprador final le fuera a importar algo todo eso.
Debería ser obligatoria la formación en sentido común y en inteligencia emocional para directivos, al menos para intentar forrar el látigo con algo de goma-espuma.

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