domingo, 8 de marzo de 2009

Mundo desigual


Voy a cenar algo a una tasca y mientras espero, observo como la gente deja la comida en el plato. Si hubieran visitado algunos de los lugares en los que yo he estado (donde alguien espera a que te levantes de la mesa para llevarse las sobras), hasta le pasarían la lengua al plato.
Pensando en lo mal repartido que está el mundo, me encuentro a una amiga, criatura tímida donde las haya, incapaz de decir nada malo de nadie. Tampoco puede decir nada bueno porque se pone como un tomate al segundo, aunque me consta que lo siente de corazón.
Al poco me encuentro a su alter ego. Un animal con cuerpo de persona que, siguiendo estrictamente la normativa vigente, debería llevar un bozal para evitar que muerda y ladre exabruptos. Lo único que lo impide es que lleva un bolso de Channel y zapatos de Manolo.
Me ratifico en que el mundo está mal repartido. Aún así no me cansaré de rogarle a mi amiga tímida de buen corazón que, por el bien de todos nosotros, deje de ser autista emocional y diga lo que siente. Tampoco me cansaré de seguir llamando a la perrera, por si un día consigo que se lleven al doberman vestido de Prada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja ja, ya me cae bien tu amiga sin conocerla.....y si quieres ayuda con la otra, pásame el teléfono de la perrera que yo también estoy interesada en que se lleven a alguien; podemos ayudarnos mutuamente.

Besos

Laura

Anónimo dijo...

y la autista emocional quien es??? porque no tengo dudas de a quien te refieres con tu amiga. Los Manolo te han delatado.