Afortunadamente se equivocó. Me refiero a un predicador americano que predijo que el mundo se acabaría este sábado.
Siempre me ha impresionado la capacidad de resistencia al desaliento que tienen todos esto agoreros que insisten una vez tras otra en avisarnos de que todo se va al garete para luego ver que es una falsa alarma.
Lo que pasa con la historia del fin del mundo es que no terminan de dar con el día y la hora (como yo con los números de la lotería) pero la historia es buena.
Digo buena porque tiene los ingredientes básicos de todo buena historia (título atractivo, personajes culpables e inocentes, trama y desenlace espectacular). Supongo que por eso siempre tiene tan buena acogida. Bueno, por eso y porque anunciar que el mundo va a seguir como hasta ahora tienen menos atractivo.
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