martes, 24 de mayo de 2011

Periodismo ciudadano

El mundo no es el que era y, por lo tanto, el periodismo tampoco
Los acontecimientos del mundo en los últimos meses nos han cogido a todos por sorpresa. Las revueltas del Magreb y de Oriente Medio, la muerte de Bin Laden, los sucesivos desastres naturales y el movimiento ciudadano en España se han sucedido a ritmo vertiginoso.
Los medios tradicionales han quedado rezagados en contar la noticia y se han visto superados abiertamente por el canal de Internet. Esta nueva manera de comunicar y de contar las cosa se denomina ciberperiodismo. Esta novedosa manera de investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos periodísticos en la red también ha supuesto un cambio en los actores y no solo en el medio.
Personas anónimas, relatores de andar por casa y periodistas amateurs ha irrumpido en escena utilizando blogs o páginas personales en los que el autor da su visión de determinados asuntos sociales, culturales, políticos, económicos, deportivos, locales, etc.
No obstante, no hay unanimidad sobre si si este nuevo periodismo, periodismo ciudadano, es una realidad y una auténtica variedad del periodismo. Mientras que para algunos es una realidad del periodismo y una consecuencia lógica de los avances tecnológicos y la democratización de la información que permiten, para otros no se puede democratizar pues se trata de una disciplina profesional y la información no es democracia sino poder. Así los defensores del periodismo ciudadano celebran el "asalto de la ciudadanía" a una actividad que estaba controlada por medios afines a intereses políticos y económicos, mientras que para sus detractores se trata de una ficción.
Fenómenos como el movimiento 15M y Democracia Real Ya no hubieran tenido tanto eco sin esta nueva caja de resonancia y las personas que daban información al momento por medios digitales. De un tiempo a esta parte, han ido surgiendo pequeñas pero activas iniciativas de personas, usuarios de Internet, implicados en dar cobertura informativa al debate y participar en él, ya que el periodista deja de ser fuente imparcial y entra a participar. El objetivo de todo esto es la formación de una conciencia ciudadana más participativa y responsable y la renovación de nuestros sistemas democráticos.
Algunos ejemplos de este periodismo nuevo, digital y ciudadano lo tenemos en César Calderon que desde su blog sobre el gobierno y la tecnología ha realizado un análisis de la movilizaciones y la campaña política. También desde un punto de vista reflexivo sobre la cosa política Antoni Gutiérrez nos deja en su blog apuntes interesantes sobre lo que pasa en la calle.
Dolors Reig explica lo que pasa en su blog. La participación masiva de los ciudadanos en Internet, gracias al espectacular desarrollo de las tecnologías, no sólo está propiciando una nueva revolución creativa. Está anticipando, en todo el mundo y de forma simultánea, un auténtico cambio de conciencia social.
Estos son sólo un ejemplo del los nuevos comunicadores digitales y la cuestión es que si cualquiera puede ser periodista necesitamos que todos seamos capaces de ayudar a confirmar y verificar la información que se está publicando labor que realizaban antes los editores de los medios. Es preciso una especie de algoritmo de humanos que permita contrastar informaciones que se divulgan por la red a velocidad vertiginosa con otras informaciones veraces y evitar la propagación de bulos y falsedades. El poder de informar se extiende y el poder de controlar se democratiza.

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