viernes, 5 de diciembre de 2008

sexo, mentiras y política


Me entero que surge un partido político que aboga por el sexo como medio de resolución de los conflictos. De tanto que aplaudo, se me ponen las manos rojas.
La emoción disminuye algo cuando me entero de que el asunto se va a montar (no sé si la palabra es acertada en este contexto) en Australia. Y es que parece que la censura es más férrea que lo que desean los promotores de esta iniciativa. No me he enterado bien de sus objetivos, aunque me los imagino y me da un cierto gustirrinín...
Más allá de la propuesta de que las disputas se resuelvan a polvos y no a tortas, encuentro válida la crítica a la hipocresia social. Veo mucha gente escandalizada de que haya tantas revistas eróticas en los kioskos o erotismo en la tele. No les veo protestar, sin embargo, por el tabaco que vende el mismo kiosquero o la violencia física y verbal que emana de la caja tonta. Toda esa basura provoca cancer de pulmón, violencia y mala lecha, mientras que lo otro, como máximo, te dejaría una mala erección.

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