sábado, 13 de diciembre de 2008

Errar es de enanos


Me encuentro a una amiga compungida (en estos tiempos, encontrarte a alguien contento es más difícil que sentarte en un pajar y clavarte un trébol de 4 hojas) que me dice que cometió un pequeño error en su trabajo y fue objeto de mofa y escarnio público.
Yo me pregunto en qué ha quedado aquello de "errar es de humanos," lo de "quién tiene boca se equivoca" o lo de "rectificar ante el error es de sabios".
Parece que la perfección es lo que se pide a los humanos, lo cual es filosóficamente contradictorio puesto que el hombre, por definición, es imperfecto. No hay más que asomarse a la ventana o a la tele o poner la radio o mirarse al espejo para darse cuenta de que distamos mucho de la perfección, que está destinada, en la opinión de este servidor de usted, a los dioses.
Yo pienso que ser imperfectos nos da juego para vivir, equivocarnos y rectificar. En esto estaba pensando cuando me dio por empezar una lista con mis defectos. Cogí una hoja y como vi que la recopilación se iba a alargar mucho más de lo que había pensado, seguí escribiendo en un papel higiénico para tener espacio suficiente y no dejar de apuntar ninguna tara.
Como ejemplo de esta reflexión, les puedo confesar que soy impuntual, dormilón, exagerado, posesivo, algo vanidoso, inquieto, sentimental, cuadriculado, utópico, mandón, maniático del orden, racional, obseso del sexo (aunque esto no sé si será más bien una virtud), nada sofisticado, tiendo al cinismo, a veces no pienso lo que digo y otras no digo lo que pienso, como rápido, le doy demasiadas vueltas a las cosas, hago menos de lo que debería, no soy valiente, ni alto, ni fuerte, ni muchas cosas más.

Pero, aún así de imperfecto, yo soy yo. Y estoy encantado de haberme conocido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El hacer menos de lo que deberías no creo que sea un defecto, después de todo quién dice que es lo que deberías hacer?... Si lo dices tú y no lo haces sigue sin ser un defecto, simplemente te habrás equivocado a la hora de pensar lo que debes hacer.
Por otro lado, ya se que conocer los defectos de uno ayuda a saber cómo eres, pero creo que también es bueno conocer las virtudes, y seguro que tienes muchas o las que tienes compensan todos esos defectos.

magister dijo...

Gracias por el voto de confianza que me das respecto a mis virtudes. Yo también creo que en la balanza pesan más éstas que aquellas.
En realidad creo que las virtudes son el resultado de reconocer los defectos y poner buena voluntad en arreglarlos. De hecho pienso que si un miope no se da cuenta de que ve mal, nunca se comprará unas gafas, por mucho que se lo recomiende el oculista.