viernes, 27 de febrero de 2009

Amén



Leo por algún lado que se ha armado cierto revuelo con una campaña de una asociación de ateos. Aunque soy un tipo de mente abierta (y cabeza grande, aunque no sé si tiene que ver) no veo dónde está el problema.
Siempre he estado a favor de la libertad de elección en esto de la fe. De hecho, formo parte del 0,5% de las criaturas humanas que no cree en Dios y no pasa nada (por lo menos a mí). Supongo que lo importante es que cada uno se sienta a gusto con aquello que profesa.
Sin embargo, no quería dejar de aprovechar estos minutos en los que tengo agarrado el micrófono para dejar claro que, una cosa es adoctrinar en la fe a los que creen y otra es que los que no creemos tengamos que pasar por ese aro. Bastante tenemos con soportar indirectamente a aquellos moralmente trabados con la culpa o con eso de que “esto es un valle de lágrimas” como para encima tener que vivirlo en primera persona. De eso nada, su Santidad.
Pensando en esto estaba en un bautizo al que acudí. El sacerdote me dejó sorprendido con su plática optimista, reconfortante, exenta de culpas y de reproches, que nos invitaba a seguir la vida con alegría.
Una señora extrañada y aliviada como yo de tanto buen rollo, se acercó y me expresó su gozo por el estilo del cura al no haber soltado éste la reprimenda habitual desde el púlpito, sino todo lo contrario. Sí, -le contesté entre entusiasmado y socarrón- si no fuera por el alzacuello, nadie diría que es cura.

3 comentarios:

Ana García dijo...

Desde luego se nota que no visitas las Iglesias con frecuencia, los curas ya no son lo que eran. Como todo, la Iglesia avanza y se adapta a su entorno. El problema es la velocidad a la que se adapta a la sociedad que le rodea, creo que todos estamos de acuerdo en que necesita pisar el acelerador para alcanzar lo que se demanda de ella.

Anónimo dijo...

Desde luego, en lo que muchos estamos de acuerdo es que como la iglesia se modernice no le va a quedar más remedio que extinguirse, como la monarquía. Si son un poco serios, claro. Pero lo dudo.

magister dijo...

No visito mucho las iglesias, tampoco visito mucho las granjas. Sin embargo, sé que si es predominantemente blanca, muge y da leche, es vaca.
Ni el tiempo ni la sociedad van a cambiar eso. Aunque el granjero se monte en el tractor y meta la 5ª.
Discrepo en el augurio de Lucas: mientras la gente no busque las respuestas por dentro, las tendrá que buscar por ahí fuera.
Lo dicho. Amén y Dios Salve a la Reina.